...cuando regresaba, tal cual, el Azarías ya está de vuelta, señorito, y el señorito esbozaba una media sonrisa y en paz, que al señorito sólo le exasperaba que el Azarías afirmase que tenía un año más que el señorito, porque, en realidad, el Azarías ya era mozo cuando el señorito nació, pero el Azarías ni se recordaba de esto y, si, en ocasiones, afirmaba que tenía un año más que el señorito era ...
El trabajo social en tanto que profesión y disciplina tiene el compromiso y la responsabilidad ética y científica de aportar su manera específica de ver y actuar a la sociedad en su conjunto.
Enma Sobremonte y Arantxa Rodríguez.
Cada cierto tiempo escribo una entrada de servicio público, que consiste en detallar la relación de revistas de trabajo social en España. Ya va tocando, así que, por pr...
Por eso algunos éticos nos hemos refugiado humildemente en una ética de mínimos y nos limitamos a decir a nuestros oyentes y lectores: Al decidir las normas que en su sociedad van a regular la convivencia tenga usted en cuenta los intereses de todos los afectados en pie de igualdad, y no se conforme con los pactos fácticos que están previamente manipulados y en los que no gozan todos del nivel material y cultur...
Eichmann no fue atormentado por problemas de conciencia. Sus pensamientos quedaron totalmente absorbidos por la formidable tarea de organización y administración que tenía que desarrollar.
Eichmann en Jerusalén. Hanna Arendt.
En mis diferentes formaciones he observado que muchas compañeras desconocen el significado del término non take up, así que he decidido traerlo al blog. Es un anglicismo muy...
No existe, para una persona impaciente, tortura más despiadada que la que hace tiempo se puso de moda en los vuelos transatlánticos, en donde proyectan el mapa de una enorme porción del mundo sobre una pantalla donde un avioncito blanco avanza un milímetro cada sesenta segundos. Pasa media hora, una, dos, tres, y la figura se sigue arrastrando sobre el mismo plano azul, lejos ya de las dos costas continentales. ...
El problema es que creemos existir. Creemos que nuestras palabras son algo sólido y permanente que se queda pegado a nosotros para siempre. Sin embargo esto no es verdad. Nosotros escribimos en el instante presente. Observémonos. Nosotros cambiamos continuamente. Es una grandísima oportunidad. En cualquier momento podemos abandonar nuestra rígida personalidad, nuestras viejas ideas y volver a empezar. He aquí l...