5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
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El blog de Belén Navarro
25 de noviembre de 2024 / 0 Comentarios
Tal y como avancé en la entrada anterior, me complace presentar a algunas compañeras poetas. Dudé sobre si debía escribir poetas o poetisas, pero Fundéu RAE me ha sacado de dudas: Se puede escribir de las dos maneras. A mí me gusta más poeta.
Comienzo por la más joven: Deiane. El texto que abre esta entrada es suyo. Ella tiene publicado un poemario titulado Catarsis, caos y poder y está escribiendo otro. Ha tenido la amabilidad de enviármelo; después de leer la obra —todo un ejercicio de transformación— he elegido este poema cortito que me ha tocado la fibra sensible:
Supongo que nunca estamos preparados para perder a alguien
Y menos cuando ese alguien eres tú mismo.
La siguiente en mi selección de compañeras poetas es Koldobi Velasco, a la que posiblemente conozcas por su entregada implicación en diversos movimientos sociales. Me ha mandado varios poemas escritos, sin embargo creo que merece la pena escucharla porque recita de maravilla. El poema que he elegido se titula Las políticas migratorias disparan a dar. Lo tienes aquí. Debes copiar el enlace, pegarlo en una nueva pestaña y descargarlo. Es un poco engorroso, pero merece la pena; nuestra compañera más que recitar, te acuna.
Introduzco a un poeta. Es Ginés Navarro Torrente, compañero mío en la Diputación de Almería. Me ha mandado dos poemas preciosos, he elegido este, titulado Vuelvo a soñar.
En mi patria no solo mueren ancianos
mueren, morimos sin morir
enfermos de espíritu, enfermos de obra,
muere la palabra, muere el silencio, muere el verso,
muere la luz, el sol y el viento
y algunos hombres malos se contentan.
Yo en ella vuelvo a soñar despierto
a buscar los versos que no existen,
vuelvo a la luz de mi horizonte,
al sabor de mi rambla ensangrentada,
al torrezno que muerdo con premura,
al aroma de mi casa de pueblo.
Soy nada, ni siquiera soy lo que soy,
ando salpicándome a mí mismo con mi llanto.
Pero ansío mi yo y mis zapatos
tu rugir de cascada embravecida,
mi pequeño soneto que me arrulla,
tu vendaval de pan, mi mar de besos.
Vuelvo a respirar sin darme cuenta,
a desear que regrese la inocencia,
a buscarte sin luz bajo la luna,
a limpiar de cenizas la nostalgia.
Vuelvo al sueño
a ese sueño que soñé cuando no hay sueño.
De Almería viajo hasta Asturias para presentarte a la cuarta de nuestras compañeras poetas. Es Noelia Ordieres Buarfa-Mohamed. Además de trabajadora social actualmente es concejala de IU en el ayuntamiento de Gijón y ha trabajado incansablemente por el derecho a morir dignamente, entre otras causas. De entre sus muchos poemas elijo esta joya, dedicada a Cuerres, su pueblo.
Mi casa no es el conjunto de piedras bajo el que habito
Mi casa es la tierra que piso
el acebo que crece ante la muerte
el corazón de quienes amo
la libertad que sueño y el mar que bate mientras duermo entre tus brazos.
Por último, traigo a mi amiga Miren Ariño que es una artista interdisciplinar. La ilustración que abre la entrada es suya. De su libro de ilustraciones y poemas Desnudez elijo este poema:
Pequeño, astuto y regordete
su cuerpo revuelto de pelo, pero sin huevos.
Sus manos chiquitas jugando al escondite,
sus piernas delgadas y blancas
su torso pecoso, casi pelirrojo
una almohada suave, un cojín blandito
un pingüino frío, un monito loco.
Pequeño, sin sombra, sin alma.
Curioso, sabio, insólito apasionante
Se fue.
Dedicado a todas las mujeres anónimas que buscan la fuerza para liberarse de sus torturadores. Ojalá la encuentren. Ojalá sepamos ayudarlas. Y ojalá que el peso de la ley y de la sociedad caigan implacables sobre cada uno de los malnacidos que han convertido la vida de esas mujeres en un infierno.
Basta ya.
¿Tú que opinas?