Escuchar palabras y ver imágenes es como comerse una manzana. Somos consciencies de masticar la manzana y tragarla, pero la mayoría de las cosas que suceden en la deglución no las captamos. Las palabras y las imágenes son tan reactivas en nuestra mente como los trozos masticados de una manzana en el estómago.
Más que palabras. Enrique del Teso.
Comienzo mi décimo primera temporada bloguera con m...
Escribir es un acto de afirmación personal pero también de exposición a los demás; un trabajador social al que admiro, Ángel Maroto, nos dijo en un curso de escritura que a los pájaros no se les pregunta por qué cantan, cantan porque tienen una melodía que cantar y por ello tampoco debemos preguntarnos "por qué escribir", si lo hacemos es porque tendremos algo dentro que necesitamos expulsar, a veces de for...
Artículo 46. Proyecto de Intervención Social.
1. El Proyecto de Intervención Social, que podrá ser individual o de la unidad familiar o convivencial, es la actuación diseñada para garantizar el carácter integral de la atención, y su continuidad, de acuerdo con la valoración diagnóstica de las necesidades.
2. El Proyecto de Intervención Social recogerá, al menos, los siguientes aspectos:
a) El d...
El pobre Conan Doyle, abrumado por el éxito de Sherlock Holmes tuvo la ocurrencia de matarlo en las cataratas de Reichenbach junto con el Doctor Moriarty, en un final épico que logró despertar la furia de medio Reino Unido. Tuvo que resucitarlo ¡Vaya cruz para Conan Doyle y para cualquiera volver a escribir sobre alguien a quien quieres hacer desaparecer! En cambio nosotras, las trabajadoras sociales, intervenim...
Aunque mi lugar de reflexión es este blog, me gusta colaborar con otros medios y aportar mi granillo de arena por la profesión. Hoy te invito a pasarte por la revista tsdifusión, una revista en la que he realizado algunas colaboraciones. La última se titula Tres motivos para escribir, un artículo en el que además de animar a las compañeras a escribir he tratado algunos temas espinosillos. Alguien tenía qu...
Caín había elegido un lugar solitario para el crimen, se había deshecho sagazmente del arma, había borrado hasta el más leve rastro de sangre. Pero el inspector de policía le visitó aquella misma tarde: —¿Cómo lo ha sabido? — Le preguntó Caín.
Elemental —repuso el inspector —. Viene en la Biblia.
Paraíso
German Sánchez Espeso