La visita a España de Philip Alston, relator de la ONU, ha generado ríos de tinta y titulares desgarradores. En mi columna El efecto Mateo, del diario digital El Común he escrito sobre todo lo que dice el relator de la ONU. Sin embargo me interesa más escribir sobre ¿Qué decimos nosotras sobre la pobreza? Porque estoy segura de que a ninguna, a ningún profesional del ámbito de la intervención social le habr...
Me propongo terminar la reflexión que comencé la semana pasada sobre las etiquetas en trabajo social. Para ello introduje la víctima como ejemplo de etiqueta. Decía entonces que la palabra víctima es una palabra a priori carente de connotaciones negativas. Al contrario: La víctima goza de reconocimiento social, la compasión de sus semejantes y en algunos casos el disfrute de ciertos derechos. Es más, l...
Esta es una entrada sobre etiquetas en trabajo social. O quizá debería escribir que es una entrada sobre malas praxis en trabajo social. Me refiero al uso de Fulanito es un adicto, Menganita es una dependiente y otras maneras de designar a las personas que atendemos. Son etiquetas que tampoco son exclusivas de la profesión ni del sector. En sanidad a veces nombran a sus clientes usando la parte por el todo: tengo...
Tras el sofocón vivido con el papel de los servicios sociales en el nuevo gobierno toca recomponerse y reflexionar con más calma. Esta semana he leído muchas opiniones, interesantes todas. De su análisis extraigo las siguientes reflexiones.
Comenzaré repitiéndome: como ya dije en mi anterior entrada, no creo que otorgar rango ministerial a los servicios sociales sea una prioridad. Por sí mismo un minis...
Comienzo 2020 con mudanza. Después de casi diez años de aventura bloguera me apetecía cambiar de década migrando a una nueva página web. Además quería incluir mis publicaciones, que van aumentando poco a poco. Eso sí, los temas continuan siendo los mismos: los servicios sociales actuales y sobre todo el trabajo social desde la perspectiva crítica.
He encargado el trabajo a la empresa ejidense Lokreo, ...
Será porque en enero cumplo 48 años que cada vez espero y pido menos a la vida: Salud para mis padres, logros para mi pareja y que los propósitos de mi familia y amigos se vayan cumpliendo en la medida de lo posible. Pido que la vista no me falle porque mi mayor pasión es la lectura y sería una grandísima puñeta con todo lo que me queda por leer. Desearía que Megan, mi perra, dejase de romper macetas y or...