Las ideas, al igual que las criaturas vivas, surgen y florecen, van en todas direcciones o se abortan y se extinguen de manera totalmente impredecible.
Oliver Sacks
Esta es una entrada en construcción. Me explico. Suelo escribir acerca de un tema cuando ya tengo una opinión formada al respecto. Hoy no es el caso. Se trata de un asunto sobre el que quiero reflexionar cuando llegue el verano y con él la calma.
Imparto, en colaboración con IOK laboratorio de trabajo social, un taller de escritura para trabajadoras sociales. Es una formación que me encanta hacer, no solo porque me apasiona la escritura sino porque quienes se inscriben al curso lo hacen para disfrutar, sin afán de certificaciones, méritos ni nada. El ambiente es muy distendido y da lugar a conversaciones bien interesantes de las que aprendo en cada edición.
Yo les recomendaba la máxima menos es más; dicho de otro modo, lo idóneo es ceñirse a la información estrictamente necesaria para el propósito del informe. Hablábamos además de que la información caduca, es decir, que el informe debe contener datos actualizados y el diagnóstico debe referirse a la situación actual. Hay diagnósticos que, como comentaba en la entrada que he enlazado, acaban por convertirse en lastres para las personas.
Al igual que se había planteado antes del terremoto electoral para las personas que han padecido cáncer, surgió la idea de implantar una especie de derecho al olvido en servicios sociales. Yo manifesté mi pasión por destruir información antigua (con arreglo a la ley y blablabla). Algunas compañeras argumentaron que ciertos antecedentes son necesarios para comprender la dinámica actual de las personas y familias. Otra compañera planteó que para la realización de las historias de vida desde el modelo AICP es fundamental conocer las trayectorias vitales de las personas. Obviamos la ley de protección de datos dado que se trataba de una conversación informal. Como es lógico, juega aquí un papel fundamental.
En definitiva, aunque no llegamos a ninguna conclusión fue una conversación muy enriquecedora que he querido compartir aquí. El derecho al olvido en servicios sociales es un tema al que creo que tendríamos que darle una vuelta. Por mi parte animo a su profundización en investigaciones, trabajos fin de lo que sea y lo dejo aquí. La semana que viene traeré un resumen de mi intervención en el VII Congreso de trabajo social de Madrid ¡Qué ganas y qué nervios también! ¡Vamos allá!
Hola compañeras, totalmente de acuerdo con vuestras aportaciones. El informe social debe contener la información estrictamente necesaria para el fin a tratar.
Y como bien dice María, las hay que quieren olvidar el pasado, otras lo que les deparará el futuro y otras, que las hay, en concreto hace unos días trate a una señora, se revictimizan. Lo que fuimos ayer igual para nada es lo que somos hoy, evolucionamos. Y desprenderse de la documentación pasado un tiempo prudencial lo considero necesario. Otra forma de evolucionar.
Muy buena la frase de Oscar Wilde. Gracias por compartir.
Belén cuándo impartas cursos de escritura, estoy interesada desde hace tiempo.
Buenas compas! Qué temazo para reflexionar y debatir. En el informe social suele haber un apartado de antecedentes y ahí es posible encontrar algunos datos no actuales. Yo creo que hay que contar con las personas usuarias. Muchas prefieren olvidar el pasado, otras lo utilizan como bastión de futuro y otras para revictimizarse. Leí ayer una frase de Oscar wilde “Si usted me conoce basado en lo que yo era hace un año, usted ya no me conoce. Mi evolución es constante. Permítame presentarme de nuevo. “
Confieso que sobre este tema nunca me había parado a pensar. Opino también que los informes sociales deben llevar sólo la información estrictamente necesaria (también nuestras investigaciones y averiguaciones, que han de centrarse sólo en lo imprescindible).
Pero en cuanto al derecho al olvido de los “antecedentes” registrados en las historias sociales me genera más dudas. Si bien una vez finalizada una intervención, parece obvio que no hay motivo para almacenar información sobre esas personas, es verdad que ante una nueva necesidad/demanda de intervención esa información puede ser de enorme importancia para el abordaje de la nueva situación. Podría ahorrar tiempo y maltrato a esa familia si las profesionales que han de intervenir no les hacen pasar de nuevo por el mismo proceso que una vez fue necesario.
Es complicado. Pero apasionante para unas cuantas horas de discusión alrededor de una mesa en horario de trabajo, o fuera de él, al frescor de una cerveza bien tirada.
Gracias por hacerme pensar, camarada.
Efectivamente es un tema complicado. Yo creo que sería suficiente con guardar los datos de filiación y demás… pero, como digo, a esto habría que darle una vuelta.
De acuerdo con las aportaciones de las compañeras y también, con el que nos centremos en el motivo y situación actual…comentar episodios de tiempos pasados o desviarnos del motivo, solo descentra el foco de lo q se requiere, por no hablar de la etiquetación que produce, o de la desconsideración hacia el cambio (o no) de las situaciones que tienen las personas que atendemos. Gracias, como siempre, por tu análisis y visión Belén. Bicos desde el norte.
Pues el menos es más es necesario y obligatorio en mi opinión, a veces solemos poner en el Informe Social datos que para nada son relevantes para el objeto del que se va a tratar y porque por más completo parece más profesional. Dar más datos sobre los aspectos de la vida de las personas y por ende de su entorno, familiares…etc creo que es un exceso en nuestras competencias y una falta de respeto al final del todo. En conversaciones con compañeras sale este tema habitualmente; «que si he hecho un informe cutre pero creo para lo que es queda claro….» y siempre digo; » más cutre me parece hablar de cuantos metros tiene la vivienda y cuánto gana cada miembro de la familia si nadie nos lo ha pedido» …no? Viva Lapiliiiiiii, Olé!
Con compañeras hemos debatido en ocasiones, cuando una familia se traslada a otro territorio que atenienden servicios socials básicos diferentes, de la necesidad de enviar informe social.
La conclusión normalmente ha sido: si la situación social es estable, sin necesidad de protección o intervención, ¿porque tienen que llegar a un nuevo territorio con carta de presentación y etiqueta de servicios sociales? (informe social que muchas veces se comunica a otros sistemas como el educativo, el de salud o otros sistemas de la red).
La família ya ha experimentado el soporte y ayuda de los servicios sociales. Por tanto, facilitandoles información y indicaciones, ellos ya se acercaran a los servicios si lo necesitan y pueden dar nuestras señas si consideran.
Si su proceso ha terminado no es necesario que «avisemos y controlemos» su inicio en otro lugar.
El informe Social debe tener los datos que sirvan para ayudar a la familia.
Que responda al objetivo por el que se envía
Ese es un informe.
Totalmente de acuerdo con Rosa.
La historia de la familia debe relatarla ella mima al profesional con quien se va a vincular.
Totalmente de acuerdo con las dos.
Los informes sociales solo tienen que «ceñirse a la información estrictamente necesaria para el propósito del informe».
Buena tarde. Un abrazo. Cheli
12 Comentarios
Hola compañeras, totalmente de acuerdo con vuestras aportaciones. El informe social debe contener la información estrictamente necesaria para el fin a tratar.
Y como bien dice María, las hay que quieren olvidar el pasado, otras lo que les deparará el futuro y otras, que las hay, en concreto hace unos días trate a una señora, se revictimizan. Lo que fuimos ayer igual para nada es lo que somos hoy, evolucionamos. Y desprenderse de la documentación pasado un tiempo prudencial lo considero necesario. Otra forma de evolucionar.
Muy buena la frase de Oscar Wilde. Gracias por compartir.
Belén cuándo impartas cursos de escritura, estoy interesada desde hace tiempo.
Gracias por comentar. Es esperanzador leer comentarios como el tuyo.
Los cursos los publicito a través de mis redes sociales y de este blog.
Un abrazo.
Buenas compas! Qué temazo para reflexionar y debatir. En el informe social suele haber un apartado de antecedentes y ahí es posible encontrar algunos datos no actuales. Yo creo que hay que contar con las personas usuarias. Muchas prefieren olvidar el pasado, otras lo utilizan como bastión de futuro y otras para revictimizarse. Leí ayer una frase de Oscar wilde “Si usted me conoce basado en lo que yo era hace un año, usted ya no me conoce. Mi evolución es constante. Permítame presentarme de nuevo. “
Qué bonito comentario, compañera, me ha encantado. Te robo la cita de Oscar Wilde.
Gracias gracias por comentar. Un abrazo.
Confieso que sobre este tema nunca me había parado a pensar. Opino también que los informes sociales deben llevar sólo la información estrictamente necesaria (también nuestras investigaciones y averiguaciones, que han de centrarse sólo en lo imprescindible).
Pero en cuanto al derecho al olvido de los “antecedentes” registrados en las historias sociales me genera más dudas. Si bien una vez finalizada una intervención, parece obvio que no hay motivo para almacenar información sobre esas personas, es verdad que ante una nueva necesidad/demanda de intervención esa información puede ser de enorme importancia para el abordaje de la nueva situación. Podría ahorrar tiempo y maltrato a esa familia si las profesionales que han de intervenir no les hacen pasar de nuevo por el mismo proceso que una vez fue necesario.
Es complicado. Pero apasionante para unas cuantas horas de discusión alrededor de una mesa en horario de trabajo, o fuera de él, al frescor de una cerveza bien tirada.
Gracias por hacerme pensar, camarada.
Hola, camarada.
Efectivamente es un tema complicado. Yo creo que sería suficiente con guardar los datos de filiación y demás… pero, como digo, a esto habría que darle una vuelta.
Un abrazo.
De acuerdo con las aportaciones de las compañeras y también, con el que nos centremos en el motivo y situación actual…comentar episodios de tiempos pasados o desviarnos del motivo, solo descentra el foco de lo q se requiere, por no hablar de la etiquetación que produce, o de la desconsideración hacia el cambio (o no) de las situaciones que tienen las personas que atendemos. Gracias, como siempre, por tu análisis y visión Belén. Bicos desde el norte.
Pues el menos es más es necesario y obligatorio en mi opinión, a veces solemos poner en el Informe Social datos que para nada son relevantes para el objeto del que se va a tratar y porque por más completo parece más profesional. Dar más datos sobre los aspectos de la vida de las personas y por ende de su entorno, familiares…etc creo que es un exceso en nuestras competencias y una falta de respeto al final del todo. En conversaciones con compañeras sale este tema habitualmente; «que si he hecho un informe cutre pero creo para lo que es queda claro….» y siempre digo; » más cutre me parece hablar de cuantos metros tiene la vivienda y cuánto gana cada miembro de la familia si nadie nos lo ha pedido» …no? Viva Lapiliiiiiii, Olé!
Con compañeras hemos debatido en ocasiones, cuando una familia se traslada a otro territorio que atenienden servicios socials básicos diferentes, de la necesidad de enviar informe social.
La conclusión normalmente ha sido: si la situación social es estable, sin necesidad de protección o intervención, ¿porque tienen que llegar a un nuevo territorio con carta de presentación y etiqueta de servicios sociales? (informe social que muchas veces se comunica a otros sistemas como el educativo, el de salud o otros sistemas de la red).
La família ya ha experimentado el soporte y ayuda de los servicios sociales. Por tanto, facilitandoles información y indicaciones, ellos ya se acercaran a los servicios si lo necesitan y pueden dar nuestras señas si consideran.
Si su proceso ha terminado no es necesario que «avisemos y controlemos» su inicio en otro lugar.
Me encanta leer comentarios como el tuyo. Lo has explicado estupendamente, te doy la razón. Un abrazo.
El informe Social debe tener los datos que sirvan para ayudar a la familia.
Que responda al objetivo por el que se envía
Ese es un informe.
Totalmente de acuerdo con Rosa.
La historia de la familia debe relatarla ella mima al profesional con quien se va a vincular.
Buenas tardes, María Rosa y Belén
Totalmente de acuerdo con las dos.
Los informes sociales solo tienen que «ceñirse a la información estrictamente necesaria para el propósito del informe».
Buena tarde. Un abrazo. Cheli