5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios


El blog de Belén Navarro
24 de noviembre de 2025 / 1 Comentarios
Llegamos al final. Cierro mi particular trilogía de la desviación con el último de los conceptos de Sara Ahmed que me proponía compartir: los sujetos voluntariosos. En el episodio anterior describí los conceptos sudorosos, referidos a ideas que surgen de las personas que llevan vidas alternativas, que se ven obligadas a invertir más energía en su cotidianeidad. Que sienten una significativa incomodidad porque se percatan de que su singularidad es, en mayor o menor medida, rechazada. Un concepto sudoroso es aquel que sale de la descripción de un cuerpo que no se siente a gusto en el mundo.
Las personas que llevan vidas alternativas pueden convertirse en, o pueden encontrarse con sujetos voluntariosos o sujetos obstinados. Los sujetos voluntariosos son los que persisten en seguir su propia voluntad, esto es, los que se resisten a la alineación social que señala la dirección correcta y el camino adecuado que hay que seguir.
Los sujetos voluntariosos luchan por mantenerse desobedientes a la voluntad de las personas que defienden un orden injusto, significativamente sexista, racista, jerárquico y excluyente. Es una resistencia que requiere mayor o menor energía según los cuerpos, ya que los obstáculos y dificultades que pone la sociedad son estratégicamente distintos según los cuerpos y los deseos, porque los inconvenientes que tienen que superar unas personas son invisibles e inexistentes para otras. (La cursiva es el texto literal de Gemma de Olmo Castillo).
No es necesario vivir una realidad opresiva para ser un sujeto voluntarioso. En la entrada anterior ponía el ejemplo de la feminista aguafiestas, dispuesta a acabar con la alegría y el buen ambiente de una reunión cuando este se sostiene en comentarios no solo sexistas, sino racistas, homófobos, tránsfobos u ofensivos en general. ¿Adónde quiero llegar? ¿Qué podemos concluir de todo lo dicho en estas tres entradas? Hagamos una breve recapitulación.
Comencé describiendo la desviación. Planteé que la desviación tiene más que ver con la mirada del otro que con la conducta de la persona desviada. Apunté dos tipos de desviación: primaria, la que genera la etiqueta, y secundaria, la que se manifiesta cuando la persona se comporta de acuerdo a la etiqueta que ya posee. En este sentido recomiendo la charla TED de Mayra Arena Qué tienen los pobres en la cabeza y sugiero reflexionar sobre determinados comportamientos de algunas personas que atendemos en las diferentes instituciones —y sobre nuestro propio comportamiento al respecto—.
Continué diferenciando entre personas desacreditables y personas desacreditadas. Las personas desacreditadas crean sus propios conceptos sudorosos, que son, como he dicho, las ideas que surgen de las personas desviadas. Estas personas desviadas y sus aliadas pueden convertirse en sujetos voluntariosos, lo he dicho antes: sujetos que luchan por mantenerse desobedientes a la voluntad de las personas que defienden un orden injusto, significativamente sexista, racista, jerárquico y excluyente.
Los discursos de odio y los bulos sobre las personas empobrecidas se están instalando en el imaginario colectivo a una velocidad de vértigo. Es obvio decirlo. La ultraderecha ha conseguido ganar la batalla del relato. Yo siento mucha impotencia y mucho miedo, por eso creo firmemente que las trabajadoras sociales en particular y las profesionales de lo social en general hemos de seguir confrontando estos discursos tan nocivos, con serenidad y argumentos (la negrita es para mí misma). Con formación también. Y con estrategia. Aunque eso nos convierta en aguafiestas.
No con nuestro silencio. Ni con nuestra complicidad. Mucho menos en nuestro nombre. Porque a la gente de bien todavía nos queda un arma. Nos queda la palabra.
No suelo comentar las canciones, pero igual has observado que he elegido a Guitarricadelafuente para las tres entradas. En su original álbum Spanish leather el artista fusiona tradición y modernidad, mostrando además su proceso de aceptación como hombre gay.
Sigo teniendo problemas con los envíos a las personas suscritas. ¡Maldita sea!



1 Comentarios
¡Ay, Belén!
Qué difícil es argumentar con palabras serenas esos discursos tan perversos e intransigentes, y que llegan a ser insoportables cuando los escuchamos en nuestros propios entornos laborales.
Belén, Tres entradas interesantes y muy bien estructuradas, me faltan muchos conocimientos para poder aportar algo.
Muchas gracias, ¡ un abrazo!
Cheli