5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
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El blog de Belén Navarro
22 de diciembre de 2025 / 0 Comentarios
Tengo un amigo que es policía local y se acaba de jubilar. Me alegro por él, pero me apena que Berja pierda a un buen profesional. Los policías locales son un colectivo importante en la vida de los pueblos que cuentan con esa figura (no todos la tienen). Aunque en la actualidad se denominan así, policías locales, yo prefiero a quienes se sienten municipales. Mi amigo Vicente es uno de ellos: Gente volcada en el servicio público, creativa ante la escasez de recursos de las zonas rurales, con sentido común y habilidades para resolver los problemas con la fuerza de la palabra. Tengo pendiente una entrada sobre el sentido común, por cierto.
Con las trabajadoras sociales rurales pasa algo parecido. No quiero parecer nostálgica, ya que en absoluto opino que cualquier tiempo pasado fuese mejor, pero sí observo que, al igual que ocurre con la policía local, —con el personal sanitario también, ojo— hay habilidades propias del desempeño rural que están desapareciendo del arsenal profesional.
Porque es nuestra obligación enseñar a las que vienen y porque no quiero que ese hacer se pierda como lágrimas en la lluvia, trato de enseñarlo a las profesionales jóvenes con las que interacciono en el trabajo, en formaciones o en la preparación de oposiciones. Insisto en el hecho de que ante la escasez de recursos hay que ser creativas, que muchas veces la montaña ha de ir hacia Mahoma, que en los pueblos todo se sabe, el papel que juegan las vecinas, los cotilleos, la intervención política, etc. También trato de instruirlas en cuestiones generales, claro. Igual que haréis, seguramente, muchas de vosotras.
El otro día recibí el mejor regalo de Navidad que podía esperar. Me escribió por whatsapp una trabajadora social muy joven con la que tengo una estrecha relación. Un fragmento de la conversación ilustra esta entrada. Me decía: Hoy creo que puedes estar muy orgullosa de mí como TS y la intervención que he hecho. Me la relató y efectivamente me sentí orgullosa de su actuación profesional: Supo acompañar a una mujer víctima de violencia machista en un contexto complicado, solventando una situación peligrosa. Tengo que confesar que esta trabajadora social trae la destreza de serie, no obstante quiero pensar que, como ella me dice, mis enseñanzas han calado.
Las cosas están mal, es obvio. Cada vez peor. Sin embargo, no podemos escudarnos sistemáticamente en las políticas, aparte de que hay intervenciones que no dependen del sistema. Por ambas razones es tan importante contar con buenas profesionales en los servicios públicos, como mi amiga. Estoy segura de que su actuación profesional fue el mejor regalo de navidad que la señora podía recibir. Desde luego, la conversación de whatsapp ha sido el mejor regalo que, de momento, he recibido yo.
Canal Sur, la TV andaluza, estrenó en 1994 este villancico. Desde entonces, Nuestra Navidad suena cada año en la cadena pública por todos los rincones de nuestra tierra. No existe ninguna andaluza, ningún andaluz, que no se lo sepa y que no se emocione al escucharlo desde cualquier lugar del mundo. Hay mil versiones; yo comparto las dos que más me gustan. Dedicadas a las trabajadoras sociales jóvenes que tratan de hacerlo cada día mejor, especialmente a ti #esmuxica.
Orgullosamente andaluza.
Feliz Navidad.



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