Abandoné Zarzahuriel. Caminé hasta el punto convenido con el conductor. Llegó. Comimos sentados en una piedra. Luego nos volvimos a Madrid. De los campos de amapolas que supuestamente íbamos a ver, nadie hizo ni mención. Creo que el hijo no me vio llorar. Pero seguro que sí, porque esas cosas siempre te las notan.
Los asquerosos. Santiago Lorenzo.
Hace un tiempo al conjunto de trabajadoras sociales de mi servicio se nos ordenó ejecutar un trabajo extra que, obviamente, requería un esfuerzo extra (yo solo debía controlar su cumplimiento). La tarea se realizó con éxito y punto. A mí me había parecido injusto el encargo por sus particularidades (que estoy obligada a callar) y por la carga de trabajo que las profesionales padecen cada día, así que no me conformé con y punto. Conté la anécdota en esta entrada, anécdota que acabó con un a quién le importa la paliza que mis compañeras se han dado.
El 9 de marzo de 2025 tres jóvenes mataron a Belén Cortés en el piso tutelado donde trabajaba como educadora social en condiciones de precariedad: A quién le importan las balas perdidas y quienes trabajan con ellas sobre la absurda creencia de que podrán cambiar... Desde luego no a quienes tienen la responsabilidad sobre las políticas, en este caso la Junta de Extremadura.
Da lo mismo, el homicidio podría haber ocurrido en Andalucía, en Canarias, en Madrid... en cualquier lugar del territorio. Las administraciones se limitan a cubrir el expediente porque no creen en las políticas que dicen defender. No creen en la juventud con problemas. No creen en el poder transformador de las profesiones sociales. Es todo fachada.
Colectivos sociales de Extremadura pidieron la concesión de la Medalla de Extremadura a Belén Cortés (a título póstumo). Pues la comisión encargada de valorar las candidaturas ni siquiera incluyó esta solicitud. A quién le importa una chica asesinada por tres delincuentes juveniles... debió pensar la buena gente de esa comisión. Lamento escribirlo, pero igual esa buena gente tiene razón. Precisamente por eso el comunicado conjunto que han lanzado los colectivos sociales extremeños tiene tanto valor.
Que no vayamos a obtener el reconocimiento de la clase política no significa que, en casos como el de nuestra compañera Belén Cortés, no debamos exigirlo: Por su familia, por nuestro trabajo, nuestras creencias y también por las personas con las que trabajamos, porque ellas merecen ser atendidas con dignidad. Pero sobre todo por Belén Cortés. Porque Belén Cortés no merecía ser asesinada. A mucha gente de Extremadura le importa. A mí también me importa. Y a ti. Eso debería bastar para alzar nuestra voz. Hoy y siempre.
Las dificultades con la juventud no hacen más que crecer. Muchos profesionales creen en ellos.
Muchos políticos parece que no y además les provocan o intimidan.
Es triste lo que sigue sucediendo después de la experiencia de Belén Cortes.
3 Comentarios
Las dificultades con la juventud no hacen más que crecer. Muchos profesionales creen en ellos.
Muchos políticos parece que no y además les provocan o intimidan.
Es triste lo que sigue sucediendo después de la experiencia de Belén Cortes.
Hola Belén , una vez más tu voz canta y cuenta verdades que vuelcas en la red para a quienes nos importa.
Gracias, un abrazo y ánimo!!!
M;ren
Tenía otros temas en el tintero, pero la realidad manda.
Un abrazindio.