5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
28 de abril de 2020 / 12 Comentarios
La serie me sirve de excusa para comentar algunas cosas. No voy a destriparla, conste. Narra la desaparición de la niña en desamparo Kiri Akindele tras la primera visita no supervisada al abuelo paterno. Era una visita organizada por la trabajadora social, pues la protagonista valoraba la solicitud de adopción por parte del abuelo y la mujer de éste. Como imaginarás, la desaparición de la niña supone la suspensión de empleo y sueldo de Miriam. A ella se la culpa por haber prescrito el contacto. No solo la sancionan: se convierte en la diana de las críticas de los medios de comunicación, llega incluso a recibir insultos y agresiones por la calle.
Para quienes desconocen la profesión hay algunas cuestiones interesantes. Destaco la incomodidad que siente Miriam con el desastroso sistema de protección de menores. También su capacidad para zafarse del rol burócrata, controlador e inmisericorde que la institución fomenta. Eludir un cierto rol es algo que por otra parte no todas logramos conseguir. Me refiero a quienes rechazamos ciertas prácticas, claro, no a quienes les agradan, como ya expliqué en la entrada anterior. Hay algunos aspectos más a señalar del personaje, pero voy a centrarme en lo que me ha sugerido la serie para el blog: La gestión de los riesgos en intervención social y el abuso de poder.
La trama de La desaparición de Kiri me recuerda un dilema constante en el ejercicio de la tutela de personas adultas: La coexistencia del principio de autonomía y principio de bienestar. En las personas sujetas a medidas judiciales no siempre es fácil ponderar la preeminencia de uno sobre otro en según qué situaciones. Es nuestro deber, como tutoras, curadoras, etc. garantizar su bienestar y protección. Como además lo es promover sus propias capacidades y fomentar su autonomía. Las personas con discapacidad son reconocidas como titulares de derechos humanos, activas en las decisiones que influyen en su vida. Así reza en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
La inercia, la comodidad o el miedo pueden ser malos consejeros y en muchas ocasiones nos sentimos tentadas de no autorizar esta o aquella salida, este o aquel viaje o esta o aquella compra. No por ser inadecuado o perjudicial sino por el riesgo natural que comporta, aunque ello ocasione un daño a la persona a la que tenemos que apoyar. Por desgracia no tenemos una bola de cristal que adivine el futuro de las personas que atendemos; nuestra profesión es compleja y por eso nadamos en el mar de la incertidumbre. Es así. La ética y el rigor científico son nuestras únicas brújulas. El miedo o la comodidad no pueden determinar nuestras decisiones pues acabaríamos ejerciendo violencia paternalista.
La violencia paternalista es la deriva más típica en los contextos altamente burocratizados, pero no la única. La violencia paternalista consiste en actuar por el bien del usuario sin tener en cuenta ni su opinión, ni que decida por sí mismo. Mientras que la violencia antipaternalista se mueve en el extremo opuesto. Consiste en velar porque el usuario decida por sí mismo, sin que el profesional realice la pertinente supervisión que garantice que aquél logrará su bienestar con las acciones autónomas que emprenda. Dicho de otro modo, la violencia paternalista se centra exclusivamente en hacer valer el principio de bienestar del usuario, tendiendo a dejar de lado el de autonomía. Mientras que la violencia antipaternalista se caracteriza por lo inverso: se centra únicamente en hacer valer el principio de autonomía del usuario, tendiendo a olvidarse del de bienestar.
Este párrafo es un extracto del artículo Ética, paternalismo y burocracia en Trabajo Social de Francisco Idareta y Alberto Ballestero. En él explican con detalle las dimensiones de lo que denominan, siguiendo a Derrida, violencia metafísica, que puede desembocar en violencia paternalista, pero también antipaternalista. Un artículo muy recomendable, producto de una investigación que ha generado una herramienta para medir el abuso de poder en los servicios sociales. El abuso de poder es por desgracia uno de los peores riesgos del desempeño profesional en servicios sociales, es por eso que herramientas como esta son imprescindibles para la autoevaluación profesional. Recuerdo, como dije en la entrada anterior, que una pista es entender el poder como verbo y no como sustantivo, en palabras de la maestra Teresa Zamanillo.
Aunque no es el interrogante central de la serie, no contestaré a la pregunta por si quieres o puedes permitirte pagar los ocho euros que cuesta la suscripción al mes. Las descargas piratas son ilegales y este blog no las recomendará en ningún caso ¡Bastante tengo con el veto en facebook! ¡Vetada por criticar a un político! Malos tiempos para la libertad de expresión, sin duda, también en trabajo social, pero eso es otra historia...
12 Comentarios
Buenas tardes Belén, confío en que hayas podido descansar estas vacaciones. Resulta que este verano estuve viendo la miniserie y me resultó muy interesante y desde luego da para debate. El análisis que haces para valorar las acciones que, como en este caso, implican decisiones más allá de los protocolos y, en este caso, con dramáticas consecuencias, me parece muy acertado. No obstante debo admitir que como trabajador social, cuando ejercía en atención directa, hubo acciones que asumí a motu propio, contrarias a protocolos y asumiendo algunos riesgos; probablemente sea de las que me sienta más orgulloso como profesional…
Es una de las pocas muestras cinéfilas donde veo un perfil de trabajadora social más humano y cercano. Me ha gustado…
Ahora estoy con Homecoming un thriller psicológico con Julia Roberts de trabajadora social, voy por los primeros capítulos…
Fuerte abrazo,
Paco
¡Hola, Paco! Pues descansar, he descansado regular, pero bueno, soy incombustible, jjajaja. Me gusta mucho esto que dices de los riesgos y pienso igual que tú, de hecho me has dado una idea para escribir.
Con respecto a la serie de Julia Roberts, me ha picado la curiosidad, fíjate, acabo de suscribirme de prueba a Amazon para verla, jajajaja, tengo un mes de tiempo. La veo y la comento ¿Vale?
Otro abrazo bien fuerte de vuelta.
Gracias Belén por plantear la reflexión de tantos conceptos en el Trabajo Social . Me encanta . Me ha parecido muy interesante esta perspectiva sobre la autonomía , principio y objetivo en nuestra intervención . Saludos
Gracias, Mercedes, me alegro de que te resulten de interés, esa es la intención de esta humilde sierva. Muchas gracias.
Te había leído alguna vez por face y también por algunos whats que me mandaban algunas compañeras, pero desde que te sigo, me encanta recibir tus reflexiones. Magnificas para detenerte, analizar y no sentirse sola en el camino de una profesión tan bonita como compleja, pero quizás ese sea su fuerte!! Que siempre está en movimiento y cambiando. Genial la entrada y la anoto en series recomendadas…Un abrazo desde Galicia!
¡Hola, Enma! ¡No sabes cómo me alegro! Una escribe para que la lean y para hacer camino juntas. Intento que el blog sea un compañero de viaje para las profesionales. Hablando de viajes, aprovecho para decirte que mis planes familiares vacacionales eran ir a Galicia, solo conozco Pontevedra (por trabajo) y me quedé con muchas ganas de ver parte del resto. Con todo este movidón el viaje tendrá que esperar, pero lo poco que pude ver me encantó. Lástima que estemos taaaan lejos (unos mil kilómetros). Un abrazo.
Pues estaremos encantados de recibirte!!
Como siempre una entrada magnífica.
Te han vetado en facebook? Eso es inadmisible. Seguro que tu como yo, estas «en la otra orilla del rio»
Un abrazo y prometo que cuando me dejen ir a Almería me pondré en contacto contigo para tomarnos una cerveza.
Hola Marcia soy Ricardo de Argentina buenos Aires, estuviste en mi casa cenando con mi mujer , necesito comunicarme contigo. Gracias
¡Gracias, Marci! Pues sí, no puedo compartir la página web porque alguien me ha denunciado por «contenido ofensivo», llevo así casi 6 meses. Cuando vengas a Almería dame un toque que nos tomaremos esa cerveza, claro que sí. Un abrazo.
Gracias a ti
Considero , que estando de acuerdo con las 2 posibilidades d violencia, paternalista y anti paternalista, solo nos queda ir despacito, pequeños pasos, dar tiempo para ver como esas relaciones van evolucionando, cumpliendo pequeñas metas.
En principio las personas creo que damos más información de lo que creemos, indagemos y valoremos con ellos potencialidades y riesgos
Un saludo y buenas noches
Mireya Azara
Hola, Mireya. Es importante lo que dices sobre ir despacio, yo diría que hay que respetar los ritmos de cada persona y sí, me gusta mucho esto que dices de valorar CON las personas los riesgos. Me ha encantado porque es la clave. Muchas gracias por tu comentario.