5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
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El blog de Belén Navarro
17 de noviembre de 2025 / 0 Comentarios
La semana pasada tuve la oportunidad de viajar a Madrid para, entre otras cosas, asistir al congreso del IX informe sobre exclusión y desarrollo social de la Fundación FOESSA. Lo disfruté muchísimo. Tanto el informe en sí como las ponencias son magníficas, sin embargo prefiero ir desgranando los contenidos poco a poco. Opino que las crónicas al final acaban limitándose a contar el salseo, que no está mal, pero no es lo importante.
Lo que toca, por lo tanto, es continuar la trilogía de la desviación que inicié la semana pasada. Acabé la entrada con la pregunta: ¿Como manejan el estigma aquellas personas desviadas que deciden vivir fuera de los cánones establecidos? Para contestarla voy a echar mano de los conceptos sudorosos de Sara Ahmed.
Seguiré el artículo Vidas queer y conceptos sudorosos: El feminismo aguafiestas de Sara Ahmed. Lo escribe Gemma del Olmo Campillo y está incluido en el libro Estudios sociales, estética, arte y género. Soy consciente de que a veces puede resultar pesado citar todas las referencias. Podría incluso cortar el capítulo y compartirlo desde mi espacio, pero no sería ético.
Sara Ahmed, en sus reflexiones, analiza las vidas que transitan caminos alejados de lo que la sociedad determina como correcto y aceptada por la sociedad. Como estas vidas son consideradas inadecuadas o monstruosas, las personas se ven en la necesidad de crear marcos con los que poder aceptarse y valorarse. Así estas vidas dejan de ser desviaciones inadmisibles y pasan a ser interesantes e inesperadas posibilidades de convivencia, de relación y de intercambio.
Estas personas saben (sabemos) los obstáculos y rechazos que significa abrazar una vida desviada. Que, además supone un esfuerzo extra porque implica un trabajo añadido que otras personas no tienen que realizar. Por eso, Sara Ahmed habla de conceptos sudorosos para referirse a las ideas que surgen de las personas que llevan vidas alternativas, que se ven obligadas a invertir más energía en su cotidianeidad. Que sienten una significativa incomodidad porque se percatan de que su singularidad es, en mayor o menor medida, rechazada. Un concepto sudoroso es aquel que sale de la descripción de un cuerpo que no se siente a gusto en el mundo, escribe Ahmed.
Los conceptos sudorosos surgen de la incomodidad de las formas de vida no normativas e intentan describir experiencias difíciles de entender por quienes se encuentran en una mayor comodidad. Es más, por parte de la mayoría suele producir una resistencia a comprender su situación porque supone hacerse cargo de que la comodidad de unos cuerpos es posible a costa de la incomodidad de otros. Por eso el feminismo es tan sumamente molesto para el patriarcado.
Sara Ahmed lo ejemplifica con la feminista aguafiestas que está dispuesta a acabar con la alegría y el buen ambiente de una reunión cuando este se sostiene en comentarios sexistas, racistas, homófobos, tránsfobos u ofensivos. Una figura que insiste en alzar su brazo a pesar de la voluntad de quienes creen estar en el lado correcto, y que pretenden tener legitimidad para menospreciar y burlarse. La feminista aguafiestas es, según Sara Ahmed, un sujeto voluntarioso. Los sujetos voluntariosos cerrarán la trilogía de la desviación. Eso será la próxima semana.
Recuerdo que algunas plataformas de correo me han incluido en sus listas negras, por lo que es posible que no te lleguen mis entradas. Qué cabreo...



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