La naturalización de lo existente ciega las posibilidades de cambio.
(Fragmento del libro Contra la igualdad de oportunidades, un panfleto igualitarista)
Por fin he conseguido acabar el último libro de César Rendueles. Y no será por falta de interés, el libro es magnífico. Es el tiempo, maldito tiempo, que se me va, como el agua que se escurre entre mis manos se me va, como el aire que no puede sujetarlo, como el tiempo que implacable va pasando, como el humo los ratillos se me van. Por eso mismo que viva Bambino, Andalucía, nuestro 28 de febrero y ese puente bonico bonico que me ha permitido terminar el ensayo de marras.
Antes de contarte de qué va Contra la igualdad de oportunidades, permíteme que haga otro inciso. Si compras libros por internet te sugiero que en lugar de seguir engordando a la flecha sonriente (yo lo hago la primera, conste), en este caso te pases por la página todostuslibros.com. Es una tienda online elaborada por el gremio de libreros y libreras. Que sí, que lo otro es más cómodo, pero oye, hay que apoyar a las librerías de barrio ¡Una especie en vías de extinción!
Ahora ya sí. Se trata de una obra provocadora y de mucha calidad. El ensayo es un género con mala fama porque en realidad circulan muchos que son intragables desde el punto de vista literario. Esta obra, como las demás, está muy bien escrita y el tono es ameno; lo aplaudo. Recuerdo mi intento de leer Ética mínima de Adela Cortina, muero casi. Afortunadamente sus libros posteriores mejoraron ostensiblemente, Aporofobia es la prueba.
Contra la igualdad de oportunidades es un alegato por la igualdad material, que nada tiene que ver con la igualdad de oportunidades. Comienza Rendueles analizando la desigualdad para continuar desmontando el mito de la igualdad de oportunidades. Dice el autor: La igualdad de oportunidades sería una especie de control anti doping social que vigila que nadie haga trampa en la competición colectiva (...) La igualdad de oportunidades es un proyecto meritocrático. La equiparación de la igualdad con la meritocracia constituye un malentendido gigantesco.
Después de hacer una crítica bien argumentada a la meritocraciaRendueles nos propone las bases de lo que él denomina igualdad material profunda, un asunto que nos debiera interesar a trabajadoras sociales en particular y profesionales del sector en general.
Un concepto, el de la igualdad material profunda, que merece toda nuestra atención aunque nuestro medioambiente ideológico—me encanta— confabule para que parezca una utopía. La igualdad material profunda no es un concepto en bruto sino una sofisticada combinación de iniciativas y programas, realista y necesaria en una sociedad cada vez más despiadada.
Un libro y un autor, en definitiva, que conviene no perder de vista. Hablando de sociedades despiadadas, me despido con una frase de Julio Anguita al hilo de la guerra de Ucrania: Pedir más democracia dentro del capitalismo es como pedirle a un tigre que se haga vegetariano. Qué horror.
Me interessa muchisimo en que ideario se basa el concepto «igualdad material profunda».
Me pueden remitir algun link donde se exponga sin tener que, comprar el libro?
Lo siento, Marta. Lo único que conozco sobre igualdad material profunda se encuentra en el libro. Muchas gracias por leer este blog. Saludos cordiales.
2 Comentarios
Me interessa muchisimo en que ideario se basa el concepto «igualdad material profunda».
Me pueden remitir algun link donde se exponga sin tener que, comprar el libro?
Lo siento, Marta. Lo único que conozco sobre igualdad material profunda se encuentra en el libro. Muchas gracias por leer este blog. Saludos cordiales.