5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios


El blog de Belén Navarro
9 de diciembre de 2025 / 2 Comentarios
Supongamos que el gobierno decide pagar un sueldo de mil euros a cada persona mayor de 18 años residente legal en España. Sin ningún tipo de condiciones. A Amancio Ortega, a ti, a mí... A todos.
Posiblemente me dirías que no hay dinero para hacer eso o que la medida arruinaría el país. Supongamos, pues, que hay dinero porque el gobierno ha reformado los impuestos, de tal forma que los ricos pagan al fisco lo que realmente les corresponde. Resumiendo, el dinero no es problema. Recuerdo que ese sueldo es incondicional, es decir, que lo vamos a recibir trabajemos o no.
Puede que entonces pienses que si la gente recibe dinero a cambio de nada no querrá trabajar y que en el caso de la población extranjera se producirá un efecto llamada. Con respecto a la población extranjera, como he dicho, solo lo cobrarían aquellas personas con residencia legal. Sea como fuere, supongamos que el efecto llamada es escaso (la evidencia científica dice que así es).
En lo referente a la gente que supuestamente no querría trabajar, hago la siguiente pregunta: ¿Alguna de nosotras dejaría de trabajar? No ¿Verdad?. Simplemente seríamos mil euros más ricas cada mes porque esa renta es incondicional. En ese caso ¿Por qué dejaría la gente de trabajar o evitaría incorporarse al mercado laboral? El coste de la vida no deja de subir y además vivimos bajo una insoportable presión del capitalismo de consumo.
Apunto dos razones, una, la denominada trampa de la pobreza. Joseba Zalakain define la trampa de la pobreza como el desincentivo que supone para la participación laboral de las personas perceptoras de las prestaciones de garantía de ingresos el hecho de que la cuantía máxima de la prestación que están recibiendo se reduzca o directamente se retire, aunque el contrato laboral sea corto. En una renta incondicional esto no pasaría.
La segunda razón es que los empleos que la gente rechazaría son los denominados trabajos precarios o los trabajos de mierda porque la realidad es que para vivir dignamente se necesita cada vez más dinero. Por lo tanto, la culpable de que la gente rechace estos trabajos no es esta supuesta renta sino la explotación que sufre la clase trabajadora. De hecho, opino que el principal escollo para la implantación de la RBUI es, además de estas consideraciones morales, la negativa del capital a perder capacidad de explotación.
Una especie de test como este sirve para constatar una triste realidad: A la gente no le importa que se hagan transferencias hemorrágicas de rentas a los ricos, pero sí a los pobres. Nos molesta que a la gente pobre se le de dinero porque sí. ¡A pesar de que también lo vayamos a recibir nosotros! ¿Cómo es posible estar en contra de una medida como la Renta Básica?
Esto es así porque nos han grabado a fuego la creencia de que hay que ganarse el pan. Eso, y que es perjudicial dar dinero gratis a la gente pobre son dos creencias inoculadas con mucha inteligencia por los privilegiados.
La clase dirigente se ha dado cuenta de que una población feliz y productiva, con tiempo libre, es un peligro mortal (piensa en lo que comenzó a suceder cuando en los años sesenta esto aún se encontraba en sus inicios). Y, por otro lado, la sensación de que el trabajo es un valor moral en sí mismo es extremadamente conveniente para ellos, pues según eso cualquiera que no esté dispuesto a someterse a algún tipo de intensa disciplina laboral durante la mayoría de sus horas de vigilia no merece nada.
Hacer una especie de test como este saca a la luz nuestras creencias y revela la necesidad de ofrecer argumentos contraintuitivos a favor de la Renta Básica. Esa será la temática de mi segundo libro, siempre y cuando consiga acabar el primero, claro.



2 Comentarios
Gracias Belén. Me he alegrado mucho de que en esta entrada dieras alas a una propuesta que desde hace años defiendo en muchos espacios…
Ya en 2009 en el XI Congreso Estatal de Trabajo Social en Zaragoza me atreví a exponer esa propuesta cuando en nuestra profesión no se veía nada claro… Y me preguntaba y contestaba con algunas ideas… ¿Por qué esta propuesta no tiene una mayor repercusión en nuestros contextos de trabajo? ¿Por qué defender la RB universal desde el trabajo social?
No os cuento más porque no creo que este sea el espacio…
Pero lo dicho, gracias, Belén…
Un abrazo
india
¡Hola, Belen!
Acabar tu primer libro estoy segura que lo harás, y estoy también segura que leeré tu segundo libro en el que nos contarás las ventajas de una Renta Básica Universal.
Lo que no tengo nada claro es que se configure una prestación de estas características, pero me encantaría verla.
Un abrazo