Los discursos de las trabajadoras sociales

Los marcos ideológicos son muy importantes para establecer los límites de lo que cabe pensar —lo que puede ser normal, posible o imposible, esperable o demandable— hasta el punto de que un argumento fuera de la matriz hegemónica puede ser tachado de ensoñación, irresponsabilidad o de carencia de principio de realidad.

Sin embargo, cuando se analizan los diferentes paradigmas de pensamiento que han dominado a lo largo de la historia se observa que cada modelo es el resultado de un saldo ideológico históricamente situado, cuestión que debería animar a enfrentar el análisis de la realidad presente con una perspectiva critica.

El párrafo que acabas de leer forma parte del libro Los discursos de las trabajadoras sociales: contextos, debates e ideologías. Es un libro publicado por el Consejo general del trabajo social, complementario al IV informe ISSE. El informe ISSE es, como sabrás, la radiografía de los servicios sociales que elabora periódicamente el consejo general.

En esta ocasión se quiso ampliar el análisis cuantitativo del ISSE con una investigación cualitativa sobre la diversidad de debates y opiniones que circulan en la profesión. Como reza su contraportada, el estudio plantea un enfoque abierto a la diversidad de posiciones y discursos que son fuente de riqueza para el trabajo social. El libro las recoge en sus seis capítulos.

La iniciativa me ha parecido muy oportuna. Parafraseando a Emi Vicente en la presentación del texto, un proceso de reflexión y diálogo en el seno del trabajo social es más necesario que nunca. Los resultados de la investigación así lo demuestran.

Destaco como uno de los hallazgos de la investigación cinco grandes diagnósticos sobre la situación actual del trabajo social, a saber:

1. La percepción de crisis profesional y los procesos de desprofesionalización, especialmente en atención primaria.
2. El peso que en este proceso tiene la burocratización.
3. La emergencia de un discurso neoliberal en su fracción gerencial tecnocrática que, pareciendo una solución, puede ahondar en la crisis abierta.
4. El problema de la intervención vinculada al control / condicionalidad de las prestaciones y sus ambivalencias (y la valoración de los servicios especializados)
5. Las diferentes valoraciones entre modelos / entramados públicos y privados y la apuesta por lo público.

Estos diagnósticos se acompañan de una serie de alternativas diversas que las investigadoras (INDAGA y personal de la UCM) han agrupado a su vez en cinco bloques:

1. Neoliberales y meritocráticas.
2. Desposeídas y vencidas.
3. Críticas.
4. Conformistas.
5. Precarizadas.

El libro, como digo, es muy interesante. Sus peros, un uso excesivo de las notas a pie de página (por mucha investigación de que se trate) y algunos errores de puntuación (lo siento, me pueden). De cualquier forma es de agradecer la iniciativa del consejo. Opino que esta investigación debería repetirse en el futuro para observar la evolución de los discursos de las trabajadoras sociales de este país.

Trascender los relatos victimistas e inmovilizadores y proponer alternativas es, a mi juicio, el desafío. De eso y alguna cosilla más hablaré mañana en la Xornada sobre el Modelo do sistema público de servizos sociais que defende o traballo social. Estoy en Santiago de Compostela y me he traído el calor de Almería junto con los jerseis más abrigados que tengo. Sí.