La construcción de espacios

Escribir es un acto de afirmación personal pero también de exposición a los demás; un trabajador social al que admiro, Ángel Maroto, nos dijo en un curso de escritura que a los pájaros no se les pregunta por qué cantan, cantan porque tienen una melodía que cantar y por ello tampoco debemos preguntarnos "por qué escribir", si lo hacemos es porque tendremos algo dentro que necesitamos expulsar, a veces de forma torpe o abrupta.

Así comenzaba la primera entrada de este blog un 7 de junio de 2011, hace 10 años. En aquellos tiempos solo existía un blog de trabajo social, o más bien de servicios sociales, el blog del compañero Joaquín Santos, cerrado a causa de las nuevas responsabilidades de nuestro aragonés amigo. Gana Aragón, perdemos el resto.

Posteriormente fueron incorporándose más compañeros y compañeras hasta dar forma a lo que hoy se conoce como BlogoTSfera. La construcción de espacios como la BlogoTSfera supuso un avance para la profesión, lo digo sin pretensión de auto bombo —por la parte que me toca—. También es un avance la aparición de cada vez más colecciones editoriales sobre la profesión. Una de ellas es la colección trabajo social de la editorial Nau Llibres, dirigida por Josefa Fombuena Valero. Dentro de esta compilación se encuentra el libro que hoy traigo: El trabajo social y su acción profesional.

Antes, quiero reprochar a la editorial que la colección no tenga un lugar propio dentro de la página web. Asimismo es un error que los libros se hayan ubicado dentro de la sección de Sociología. Dicho esto, prosigo. La obra, cuyo título no hace honor a los contenidos, analiza las tendencias en la disciplina y realiza una prospección de futuro.

No me detendré demasiado en el texto porque estoy preparando una reseña que ya compartiré, sin embargo señalaré algunas cuestiones. El prólogo corre a cargo del compañero bloguero Pedro Celiméndiz Arilla. Dice Pedro que compartir espacios profesionales, trabajar en red y construir desde lo común puede ser la mejor aportación del trabajo social a la intervención social. Suscribo sus palabras.

Los diez capítulos que componen el libro encierran tesis de gran interés y actualidad; algunas incluso dan para el debate, pero eso quedará pendiente para la próxima temporada del blog. Ahora destaco el capítulo 1, titulado De la cientificidad a la ciencia del trabajo social, escrito por Enma Sobremonte. En él se realiza una disección epistemológica de la disciplina muy rigurosa. Me ha parecido muy interesante asimismo el capítulo 3, escrito por la propia Josefa Fombuena Valero. Realiza un repaso de la situación actual de la profesión. Por último, llamo la atención sobre el capítulo 7, acerca del trabajo social y género, escrito por Amalia Morales Villena y Belén Agrela.

He querido dejar para el final los dos capítulos escritos por María José Idáñez Aguilar. El capítulo 8, dedicado al trabajo social comunitario, es en mi opinión de lo mejorcito que se ha escrito acerca del tema en muchos años. El capítulo 9, escrito con Daniel Buraschi, aborda las perspectivas críticas en trabajo social. En este sentido los autores ponen negro sobre blanco las contradicciones a las que las políticas neoliberales nos han abocado. Su lectura es provocadora y sugerente.

En la próxima temporada del blog, como digo, profundizaré en algunas ideas que he ido extrayendo del texto. De momento te invito a su lectura, que seguro te será de mucha utilidad para la reflexión. En palabras de Aguilar y Buraschi la construcción de espacios y estructuras dialógicas y antiopresivas es algo que todo profesional tiene en su mano llevar a cabo. Eso requiere mucha reflexividad y mucha energía, y el descanso es necesario. Es lo que yo me propongo hacer estos meses. La construcción de espacios profesionales es mi última entrada de la temporada.

Han sido —casi— dos años muy duros en los que el suelo se ha movido bajo nuestros pies. Aunque nos acerquemos al final tendremos que seguir compatibilizando alegría y prudencia por un tiempo ¡Alto! Oteando el horizonte vislumbro el XIV Congreso Estatal y II Iberoamericano de Trabajo Social 2022 en Ciudad Real. No se trata de gigantes, ni tampoco de molinos, sino del más importante espacio de construcción profesional, de reencuentros y —ojalá— de abrazos. Muchos abrazos...