La importancia de la supervisión como vacuna contra el famoso queme profesional es casi un tópico dentro de la profesión. Todos los espacios profesionales en los que he participado este pasado año tenían en común la necesidad de hablar, de expresar, de compartir. El problema es que al final esta necesidad se queda en simple queja y, lo peor, no suele concretarse en un espacio sistematizado. El libro que acabo de terminar puede ayudar a conseguirlo. De eso trata mi entrada de hoy, la primera de 2021.
El libro que traigo hoy lleva por título Supervisión en trabajo social: Una metodología para el cambio. Se trata de una obra producto de la investigación que ha realizado un equipo de investigación mixto, constituido por profesionales y académicas. A través de la Investigación-Acción-Participación se ha elaborado conocimiento por las propias personas implicadas a través de un proceso de reflexión centrado en la praxis profesional.
Por parte de la academia han participado Ainhora Berasaluce, Charo Ovejas, Maddalen Epelde y Miren Ariño. Por parte de las profesionales han participado Conchi López de Munain, Cristina Villarejo, Loinaz Garate, Miriam Arenaza, Mónica Hernando, Mónica Hierro, Nahia Beltrán de Heredia y Zuriñe López.
Con prólogo de Teresa Aragonés, trabajadora social supervisora con dilatada experiencia, el libro se estructura en tres capítulos. En el primero se enmarca la investigación realizada. Un interesante marco teórico enmarca la investigación, que culmina en una propuesta de supervisión por ejes. El segundo capítulo, titulado Voces en supervisión, relata la experiencia a través de la presentación de algunos de los casos supervisados. Creo que cualquier profesional del trabajo social se va a sentir muy identificada con lo que las profesionales relatan. El tercer y último capítulo condensa las conclusiones de esta investigación. Del libro he extraído algunos aspectos que trataré en la entrada de la semana que viene. Es una entrada que tenía pendiente sobre cronicidad atendiendo la petición de una lectora muy especial.
Se trata de un libro que pone de relieve la importancia de la supervisión y que abre un prometedor camino. Pertenece a la colección Social Work Series Aranzadi. Ha sido una agradable sorpresa descubrir una nueva apuesta editorial sobre trabajo social. Una apuesta que se une a otras como la iniciada por Nau Llibres (aunque dentro de la categoría Sociología, ejem) o Paraninfo, en colaboración con el Consejo General del Trabajo Social.
Por mi parte, quiero agradecer la fidelidad de quienes leeis este blog con un regalo de reyes. En realidad, dos. Uno para la persona que haya realizado un mayor número de comentarios en el blog durante 2020, que recibirá un ejemplar de este libro. El nombre de la persona ganadora se anunciará en la próxima entrada. Asimismo sortearé otro ejemplar entre quienes participen en la pregunta que lanzaré en instagram el día 6 de enero. El resultado del sorteo se hará público en esa red social el viernes 8 de enero.
Me despido con el deseo de que 2021 nos traiga, por fin, el sol.
Gracias por esta entrada y las recomendaciones bibliográficas, me lo apunto, La reflexión sobre nuestro quehacer diario es imprescindible para seguir creciendo profesionalmente, pero si no tenemos equipos de coordinación que nos impliquen a ello resulta terrible. Desde el ámbito sanitario es harto complicado cuando nuestra categoría profesional está coordinada por profesionales sanitarios que no responden a nuestras demandas en la coordinación ni en las formas de intervención. Gracias de nuevo.
Lo primero, feliz año, no conocía el libro que has comentado, que el prólogo lo haya hecho Teresa Aragones y tu reseña ya es garantía para leerlo.
Asisti hace unos 16 o 17 años a un curso que impartió, Teresa, y organizó mi concejalía sobre: supervisión en servicios sociales de atención primaria.
El curso fue todo un lujo, tanto por el conocimiento teórico y práctico que Teresa tiene sobre la supervisión como por su forma tan cálida de impartirlo.
La supervisión imprescindible, pero con profesional externo y cuando los equipos no son compactos, si queremos que funcione, individual, y si puede ser que la pague la empresa.
Un abrazo,. Cheli.
Pd: Belen, no me voy a enterar si me ha tocado el libro no tengo instagram, anda, publícalo también en twitter.
Magnifica entrada Belén!!! Llevo varias entradas que me hubiera gustado comentar, pero no he podido, esta no quiero dejarla pasar. Siempre he defendido y reclamado la supervisión desde el convencimiento de lo que aporta como aprendizaje y mejora al profesional. Gracias por comentar este libro, contagias las ganas de leerlo. Feliz Año y deseando leer la siguiente.
Gracias Belén por traer a tu blog esta publicación.
La investigación-acción participativa y la supervisión pueden ser grandes aliadas para el desarrollo del trabajo social.
Un trabajo social que queremos sea reflexivo, crítico y autocrítico.
Vamos a por ello, feliz año!!!
Las gracias hay que dároslas a vosotras por esta magnífica experiencia que, además, tiende puentes entre la profesión y la academia, por cierto, tengo algunos artículos tuyos como referencia para mis formaciones ¡Un abrazo!
Feliz año nuevo Belén, haces que uno tenga ganas de leer y disfrutar ese nuevo texto. Qué falta nos hacen compañeras que nos supervisen y ayuden a trabajar bien. En mi querida comunidad de Madrid estamos como para pedir, pero voy a pedir este año una supervisión amable y crítica.
Gracias Belén,
Fenomenal, Belén!!! Como supervisada y supervisora no puedo menos que aplaudir esta entrada. Supervisarse es, entre los muchos beneficios para aprender más y mejor, una cuestion ética fundamental. La reflexión sobre la práctica hace que la profesional afine su metodología alejándose del riesgo que supone intervenir con impulsividad, debido a la urgencia de muchas situaciones
Feliz año nuevo Belen!!! Espero que os guste el libro. Para mí como profesional y supervisada, supuso un apoyo fundamental y sinceramente aprendimos un montón de todas las situaciones que se plantearon. Un saludo.
Gracias por tus constantes estímulos, tu blog es una guía magnifica para despertar nuevas inquietudes y mantenerse al día, en esta profesión que es dinámica y abierta. (Que personas como tú hacéis dinámica y abierta 🙂 Feliz año)
Querida Belen,
Primera vez que te escribo, infinita vez que te leo.
Aprovecho (premeditadamente) tu apetito de conocimiento y la visibilidad de este blog para compartir un artículo que escribí sobre los efectos y los afectos de la supervisión en unas compañeras insuficientemente reconocidas: las trabajadoras familiares.
Mi intencion al escribirlo fué ponerles voz y hacerlas visibles. Y es coherente con el propósito compartirlo en foros donde se comparte conocimiento y expericias. Mi admirada Teresa Aragonés formó parte de esta suprevisión siendo mi propia supervisora.
¡Arantza! ¡Nosotras hicimos algo parecido en mi centro de servicios sociales hace unos años! Puedes aprovechar por supuesto, esta es tu casa y el conocimiento compartido se agradece ¡Un abrazo!
Muchas gracias Belen, ha sido un trabajo precioso y colaborativo que nos ha enseñado mucho a todas y en el que hemos disfrutado y aprendido con ilusión … seguiremos!
Me parece importantísimo y necesaria la supervisión en nuestro trabajo, ya que es importante tanto para el/la profesional como para los/as usuarios/as con los que trabajamos. Es una forma de dar calidad a nuestras intervenciones pero sobre todo de hacer algo que decimos mucho pero hacemos poco «cuidarnos para cuidar/apoyar/asesorar/informar…»
Compañera, como siempre muy interesante. No me cansaré de darte las gracias por tu valiente, generosa, profesional y oportunas aportaciones al desarrollo del Trabajo Social . Hacen falta muchas voces lúcidas, comprometidas y libres como la tuya. Un abrazo grande y feliz año nuevo.
24 Comentarios
Gracias por esta entrada y las recomendaciones bibliográficas, me lo apunto, La reflexión sobre nuestro quehacer diario es imprescindible para seguir creciendo profesionalmente, pero si no tenemos equipos de coordinación que nos impliquen a ello resulta terrible. Desde el ámbito sanitario es harto complicado cuando nuestra categoría profesional está coordinada por profesionales sanitarios que no responden a nuestras demandas en la coordinación ni en las formas de intervención. Gracias de nuevo.
Si ya es complicado en servicios sociales, ni me imagino en salud… Gracias a ti, Inma, por comentar.
Hola, Belen:
Lo primero, feliz año, no conocía el libro que has comentado, que el prólogo lo haya hecho Teresa Aragones y tu reseña ya es garantía para leerlo.
Asisti hace unos 16 o 17 años a un curso que impartió, Teresa, y organizó mi concejalía sobre: supervisión en servicios sociales de atención primaria.
El curso fue todo un lujo, tanto por el conocimiento teórico y práctico que Teresa tiene sobre la supervisión como por su forma tan cálida de impartirlo.
La supervisión imprescindible, pero con profesional externo y cuando los equipos no son compactos, si queremos que funcione, individual, y si puede ser que la pague la empresa.
Un abrazo,. Cheli.
Pd: Belen, no me voy a enterar si me ha tocado el libro no tengo instagram, anda, publícalo también en twitter.
¡Feliz año, Cheli!
Yo no he tenido la suerte de hacer supervisión con ella, pero tengo muy buenas referencias suyas.
Lo que dices sobre la supervisión lo comparto plenamente.
Y con respecto al libro, publicaré los nombres de las personas ganadoras en mi próxima entrada.
¡Un abrazo!
Magnifica entrada Belén!!! Llevo varias entradas que me hubiera gustado comentar, pero no he podido, esta no quiero dejarla pasar. Siempre he defendido y reclamado la supervisión desde el convencimiento de lo que aporta como aprendizaje y mejora al profesional. Gracias por comentar este libro, contagias las ganas de leerlo. Feliz Año y deseando leer la siguiente.
¡Hola, preciosa! La supervisión, como bien dices, es funadmental ¿Sabes quien ha pedido la entrada sobre cronicidad? La señora Preus.
Gracias Belén por traer a tu blog esta publicación.
La investigación-acción participativa y la supervisión pueden ser grandes aliadas para el desarrollo del trabajo social.
Un trabajo social que queremos sea reflexivo, crítico y autocrítico.
Vamos a por ello, feliz año!!!
Las gracias hay que dároslas a vosotras por esta magnífica experiencia que, además, tiende puentes entre la profesión y la academia, por cierto, tengo algunos artículos tuyos como referencia para mis formaciones ¡Un abrazo!
Feliz año nuevo Belén, haces que uno tenga ganas de leer y disfrutar ese nuevo texto. Qué falta nos hacen compañeras que nos supervisen y ayuden a trabajar bien. En mi querida comunidad de Madrid estamos como para pedir, pero voy a pedir este año una supervisión amable y crítica.
Gracias Belén,
Raúl
Gracias, Raúl, no creas que en otras comunidades estamos mejor… Nos hace falta supervisión, sí. Un abrazo.
Fenomenal, Belén!!! Como supervisada y supervisora no puedo menos que aplaudir esta entrada. Supervisarse es, entre los muchos beneficios para aprender más y mejor, una cuestion ética fundamental. La reflexión sobre la práctica hace que la profesional afine su metodología alejándose del riesgo que supone intervenir con impulsividad, debido a la urgencia de muchas situaciones
¡Gracias, Teresa! Un fuerte abrazo
Feliz año nuevo Belen!!! Espero que os guste el libro. Para mí como profesional y supervisada, supuso un apoyo fundamental y sinceramente aprendimos un montón de todas las situaciones que se plantearon. Un saludo.
Pues vuestra experiencia nos supondrá un aprendizaje al resto ¡Gracias!
Gracias por tus constantes estímulos, tu blog es una guía magnifica para despertar nuevas inquietudes y mantenerse al día, en esta profesión que es dinámica y abierta. (Que personas como tú hacéis dinámica y abierta 🙂 Feliz año)
Gracias a ti por tus comentarios, pues son un acicate para continuar.
Querida Belen,
Primera vez que te escribo, infinita vez que te leo.
Aprovecho (premeditadamente) tu apetito de conocimiento y la visibilidad de este blog para compartir un artículo que escribí sobre los efectos y los afectos de la supervisión en unas compañeras insuficientemente reconocidas: las trabajadoras familiares.
Mi intencion al escribirlo fué ponerles voz y hacerlas visibles. Y es coherente con el propósito compartirlo en foros donde se comparte conocimiento y expericias. Mi admirada Teresa Aragonés formó parte de esta suprevisión siendo mi propia supervisora.
Aqui dejo el enlace:
https://www.revistarts.com/es/article/el-aporte-de-la-supervision-en-trabajadoras-familiares-de-un-servicio-de-ayuda-domicilio
Un fuerte abrazo, compañera.
¡Arantza! ¡Nosotras hicimos algo parecido en mi centro de servicios sociales hace unos años! Puedes aprovechar por supuesto, esta es tu casa y el conocimiento compartido se agradece ¡Un abrazo!
Muchas gracias Belen, ha sido un trabajo precioso y colaborativo que nos ha enseñado mucho a todas y en el que hemos disfrutado y aprendido con ilusión … seguiremos!
¡Eso espero, Miren! Es una experiencia magnífica ¡Feliz 2021!
Me parece importantísimo y necesaria la supervisión en nuestro trabajo, ya que es importante tanto para el/la profesional como para los/as usuarios/as con los que trabajamos. Es una forma de dar calidad a nuestras intervenciones pero sobre todo de hacer algo que decimos mucho pero hacemos poco «cuidarnos para cuidar/apoyar/asesorar/informar…»
Solo puedo añadir: Amén. Un abrazo.
Compañera, como siempre muy interesante. No me cansaré de darte las gracias por tu valiente, generosa, profesional y oportunas aportaciones al desarrollo del Trabajo Social . Hacen falta muchas voces lúcidas, comprometidas y libres como la tuya. Un abrazo grande y feliz año nuevo.
¡Gracias, Manuel, de corazón! (Te confesaré que saber que me leeis profesionales de tu trayectoria me produce cierto rubor)
¡Feliz 2021!