Aquí estoy tras un pequeño parón ocasionado por un viaje mitad vacacional, mitad profesional. Asistí al II Congreso Internacional de Trabajo Social (
CIFETS) que también fue el XI Congreso de Facultades y Escuelas de Trabajo Social, un importante evento celebrado en Logroño organizado por la Universidad de La Rioja, acompañando a la también blogTSra Elena Salinas o ella a mí, tanto monta.
Almería está lejos de casi todo; yo suelo bromear diciendo que lo más cerca que tenemos en España es Marruecos, así que plantarse en La Rioja merece un parón vacacional, muy bien aprovechado, por cierto, ya que ha terminado siendo un periplo por el noreste (o nordeste, no sé muy bien cómo se dice) español. Un viaje reparador que incluyó parada en Tarazona (Zaragoza) para saludar al compañero bloguero Pedro Celiméndiz y su amigo Wang. Pudimos saludar al primero, pero al segundo lo han deportado (me da que esta es la razón por la que Pedro ha abandonado el blog). Espero fervientemente la vuelta de Wang, a ver si así Pedro se anima a seguir escribiendo.
Pero no he venido aquí a hablar de mis vacaciones, que han sido intensas, sino del congreso, vamos allá, pues. Debo decir, en primer lugar, que me sorprendió gratamente la capacidad del comité científico para tender puentes entre lo académico y lo profesional, en eso le doy un 10 al congreso. Por otra parte, la cantidad de comunicaciones excedió, con mucho, lo razonable. Hubiese preferido que se seleccionasen menos comunicaciones y a las seleccionadas se les diese mayor tiempo de exposición.
Así tuvimos que organizarnos...
Respuestas transdisciplinares en una sociedad global: Derechos humanos e innovación social fue el lema del congreso, que se articuló en torno al (cito textualmente) trabajo social como disciplina científica y su relación con las disciplinas presentes en el trabajo social, su papel y aportación en materia de innovación social y la aplicación de los derechos humanos en los procesos de intervención en la realidad social.
En mi opinión los ejes del congreso eran un tanto farragosos, al igual que el programa: un galimatías que exigía toda una planificación para poder seguir las sesiones; tantas sesiones se simultanearon que había que elegir continuamente. Tuve que ir optando con cierto fastidio, en concreto hubo dos que me interesaban especialmente y coincidieron: ¿Ciudades inclusivas? y Toma de decisiones. Entré a esta última, que no era mi opción inicial (confieso) y me encantó, la verdad. Aprovecho para dar la enhorabuena a Pablo de la Rosa Gimeno por su rigor y por estar inmerso en esta línea de investigación cuyos resultados necesitamos desde la praxis profesional como agua de mayo.
Pude escuchar tantas aportaciones de interés que casi prefiero enlazar el acceso a las
publicaciones del congreso para que cada cual vaya profundizando en aquello que le suscite mayor interés. Por mi parte, voy a comenzar por la sesión sobre Ciudades Inclusivas porque me quedé con el regomello (palabro almeriense) por no asistir.
Hubo también espacio para el encuentro entre compañeras y compañeros. Me alegró enormemente conocer a personas que leen este blog y a otras a las que conocía solo por redes sociales, no quiero nombrar a nadie porque afortunadamente pude coincidir con mucha gente estupenda, incluso echar unas risas con la gente de la BlogoTSfera.
No puedo finalizar sin aplaudir dos actividades paralelas. La primera, la FANTÁSTICA exposición que se han currado sobre
trabajo social. No dejes de verla si tienes la oportunidad ya que estará en la Casa de las Ciencias de Logroño hasta junio (creo). Es una exposición divulgativa que merece una vuelta por España. No pude evitar hacer mi payasada de rigor (como casi siempre) con el abrigo mientras esperaba, muerta de calor, que abriera la casa de las ciencias, donde se expone (el clima en el norte es raro raro raro, igual cae el sol a pellejos que llueve)
El trabajo social: De la Caridad...
A la ciencia.
La visita a la bodega Campo Viejo, lugar de celebración de la cena de gala ¡Una pasada! Yo no suelo asistir a las cenas de gala de los congresos, pero el hecho de celebrarse en una bodega me hizo cambiar de opinión. Una visita espectacular que culminó un viaje para recordar.
Bodega. Cubas de maceración de la uva.
PD. Mi agradecimiento más afectuoso para las gentes de La Rioja por su calurosa acogida y muy especialmente a Carmen Tamayo, una anfitriona de lujo.
5 Comentarios
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Otro abrazo de vuelta para ambos 😉
La vuelta queda pendiente…
Con Wang nunca se sabe, le gusta demasiado el misterio… Pero sé que desde China os lee y os admira. Un abrazo.
Gracias Belén, un placer acompañaros en mi tierra. Espero que volváis, quedaron muchos lugares por visitar. Por si alguien se anima a darse un garbeo por Logroño, la exposición "Trabajo Social: ciencia y esencia" finaliza el 10 de julio.