riesgo (DRAE)Del ant. riesco 'risco', por el peligro que suponen.
- m. Contingencia o proximidad de un daño.
- m. Cada una de las contingencias que pueden ser objeto de un contrato de seguro.
Una de las cosas que más me gustan del blog es la posibilidad de interaccionar con quienes me leéis a través de los comentarios. Este verano recibí uno del lector Paco Andrés Arseguet que mencionaba la gestión de riesgos en trabajo social. El comentario se encuentra en mi entrada sobre la serie de La desaparición de Kiri. Paco también recomendó otra serie que me dispongo a ver y traer después aquí: Homecoming. Su comentario, por último, me dio la idea para comenzar esta temporada hablando sobre el riesgo o los riesgos, ya que el número cambia el sentido del vocablo en trabajo social. Como veréis, vuestros comentarios dan mucho juego.
Riesgo singular es una palabra que usamos mucho en la profesión. Menuda palabra. Cuando leí el comentario de Paco, con cuya reflexión coincido, me vino a la cabeza el término familias en riesgo y me pregunté en qué tipo de riesgo pensamos y es que decir familias en riesgo puntos suspensivos no parece muy preciso. Bueno, riesgo social. Todo queda más claro ahora. Sí.
Por otra parte decidí consultar el diccionario para conocer la definición de riesgo, que encabeza la entrada: Contingencia o proximidad de un daño. Pues si aplicamos la definición de la RAE a las familias a las que denominamos en riesgo estamos faltando a la verdad. Las familias en riesgo, entendido este como riesgo de exclusión social, no están próximas a un daño, están literalmente dañadas. Por tanto, hablar de familias en riesgo es, además de poco preciso, un eufemismo. Uno de tantos.
Riesgos — plural— suele emplearse como parte del término gestión de riesgos. En algunos casos el desempeño profesional es una constante preocupación por evitar que personas con dificultades de autogobierno se equivoquen porque puede acarrearnos alguna consecuencia. Evitamos correr riesgos a pesar de que los derechos de los demás sean menoscabados. En otros casos nos engañamos pensando que las personas hacen exactamente lo que les pedimos y nos atribuimos un poder para cambiar a la gente que afortunadamente no es real.
Por todo ello creo que el único riesgo de verdad es el que asumimos cuando decidimos defender los derechos de la ciudadanía dentro y fuera de las instituciones (como Paco). Motivos sobran, sin ir más lejos el fiasco del ingreso mínimo vital, una medida fallida sobre la que muchas ya avisamos. Por fortuna la semana que viene comienza un ciclo de movilizaciones que acabará en la petición de una RBU europea. Sobre todo esto os iré informando. A riesgo de resultar cansina merece la pena, las familias y personas en riesgo lo necesitan.
12 Comentarios
Hablar con esta ligereza de un concepto tan central para la toma de decisiones sobre familias me parece muy frívolo y que indica la enorme distancia entre aspirantes a teóricas y lo que supone la práctica de las profesionales del TSocial
Amigo o amiga Gresiber, este blog acepta críticas de todo tipo, por ello te pediría que explicaras algo mejor tu argumento pues seguro que aprendo de él. No comprendo muy bien qué quieres decir. Muchas gracias.
En nuestro día a día, personal y laboral, mayor riesgo sería no arriesgarse. Minimizar las carencias de la administración y empoderar, además de prevenir y acompañar los riesgos de nuestros/as usuarios/as, son nuestras grandes tareas, tan «posibles» como necesarias. Un placer formar parte del club de las/os cansinas/os y un placer leerte Belén.
Suscribo tus palabras, Inma. Muchas gracias por comentar.
Me encanta bucear en tu blog, ir y venir en este pozo de sugerencias y sabiduría. Conozco a Paco Andrés por referencia profesional. Os doy las gracias a ambos por vuestras aportaciones. Vuestra labor alimenta la gestión del «Pepito Grillo» que cada trabajador/a social llevamos dentro «de serie».
Gracias por tus inmerecidas palabras, Carlos. Los comentarios, aportes y el sano debate son el motor de cualquier comunidad profesional. Un abrazo.
Hola Belén, ojalá no tuvieras que ser cansina y las palabras y los conceptos estuvieran claros, la mayoría de las veces las palabras han dejado de tener significado, y como tú bien dices «el único riesgo de verdad es cuando decidimos defender los derechos de la ciudadanía dentro y fuera de las instituciones».
Dentro de las instituciones es complicado defender los derechos de las familias, familias en situación de pobreza, algunas crónicas otras vas viendo como empiezan a descender y cómo va influyendo en su relaciones y el esfuerzo que hacen, casi siempre las mujeres, para que no se vayan al garete…y luego llega el servicio de intervención de tu querido ayuntamiento y te hace una fiscalización de las ayudas de emergencia, que parece que en vez de 400 o 1000 € cómo mucho, estén fuscalizando la contrata de basuras o de parques y jardines…por decir alguna de las cuantiosas…y ahí tenemos que estar o se pactan otras condiciones con los servicios económicos de las administraciones o será muy difícil defender los derechos de los ciudadanos, derechos que una y otra vez no sé respetan, y eso genera desafecto, desafecto que se va extendiendo y que atraviesa a toda la institución. un abrazo.
¡Ay, Cheli! Verdades como puños que he vivido yo también durante 20 años. Me ha parecido muy muy interesante tu reflexión sobre EL DESAFECTO ¡Bravo, compañera!
¿Cansina? Para nada eres cansina. En el trabajo social y desde el trabajo social hacen falta voces críticas y coherentes que defiendan los derechos de la ciudadanía, dentro y fuera de las instituciones. Motivos no faltan. Si no nos arriesgamos a ello, las trabajadoras y trabajadores sociales, corremos el riesgo de no estar haciendo trabajo social. Gracias, colega.
¡Bueno! Lo de defender los derechos de la ciudadanía algo tiene que ver contigo ¿Verdad? Ojalá la figura que representas existiese en más ciudades y se desempeñase con tanta pasión ¡Bravo, Manuel!
No eres cansina para nada. Como bien dices: «el único riesgo de verdad es el que asumimos cuando decidimos defender los derechos de la ciudadanía dentro y fuera de las instituciones».
Un placer leerte.
Un placer encontrarte en el blog. Ojalá algún día podamos compartir vino y risas. Invitada estás / estáis a Almería, mi ciudad no es tan bonita como la tuya, pero la invitación queda en pie.