Hay un chiste de Mafalda que dice que el nuevo año es como una libreta nuevecita con todas sus hojas en blanco, lástima que haya tantos codos rozando el tintero… Qué genio este Quino.
Eso es más o menos lo que yo siento en estos momentos, quiero empezar con buen pie y nada mejor que hacerme una lista con propósitos que pienso cumplir, que sí, que los pienso cumplir, al menos el primero: “Mariano Rajoy, no me vas a amargar la existencia todos y cada uno de MIS largos días de TU gobierno y pienso contener las ganas que tengo de traquetearte en directo o en su defecto insultarte a través de este blog. Quiero ser una persona sana y equilibrada”.
Dicho esto, quiero detenerme esta semana en una de las medidas con las que nuestro cuarteto de Ministros tuvo a bien obsequiarnos la entrada del año, que digo yo que podrían haberse esperado un poco a que se nos pasase la resaca de la nochevieja, que yo encendí la tele, fue ver la noticia y empinarme los restos del Anna de Codorniu que ni gas le quedaba.
Como digo, me ha llamado especialmente la atención ésta:
“Congelación de la tasa de reposición de los empleados públicos en todas las Administraciones públicas excepto en el caso de los funcionarios docentes, sanitarios, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de los cuerpos destinados a la inspección tributaria y laboral que podrá
llegar hasta el 10%”.
Y no porque las otras no fuesen llamativas: congelación de la dependencia, funcionarios, impuestos, IRPF, que vaya si lo eran, sino por lo que entiende el Gobierno por personal de servicio básico que debe ser sustituido, veamos: los docentes, sí, los sanitarios, también, las fuerzas y cuerpos son también importantes, que hay mucho perroflauta manifestándose y mucho chorizo suelto, pero la cosa se pone interesante: “los cuerpos destinados a la inspección tributaria y laboral”. ¿Qué os parece?, pues lo que yo digo, que hay mucho vago, mucho maleante y mucho defraudador y hacienda somos todos pero unos más que otros y además que la gente es muy sinvergüenza que trabaja y cobra el paro y eso nos está llevando a la ruina y no los millones que se lleva Urdangarín, Botín, Gürtel, los rescates bancarios, los políticos corruptos y demás ralea.
Y me surge además una pregunta: ¿qué pasa con los servicios sociales?¿no somos un servicio “básico”?, pues que alguien, del Gobierno a ser posible, me aclare si atender a un menor que está siendo maltratado por sus padres es básico, si intervenir cuando una anciana se muere por falta de atención es básico, si proteger los derechos de una persona con discapacidad porque le están robando su patrimonio es básico, si tratar a una persona devastada por la droga es básico, si procurar una ayuda económica a una familia que va a ser embargada es básico, si actuar en un caso de Diógenes es básico, si intervenir para tratar de frenar el absentismo escolar es básico y si escuchar a una mujer y tratar de evitar que sea asesinada por su pareja es básico, por poner algunos ejemplos.
Pues sí, amigos, esto es parte de lo que hacemos los servicios sociales, esto y mucho más, que parece que antes de la “Ley de Dependencia” no existíamos. Estábamos aquí, gestionando mucho con muy poco, con una red precaria en profesionales pero densa en implicación, llegando a pueblos y pedanías donde ni siquiera llegan los consultorios de salud, atendiendo urgencias cuando ni siquiera somos considerados servicio de urgencias. Esa es la realidad, señores del Gobierno. A lo mejor es que nunca ninguno de ustedes nos ha necesitado, pero siempre hemos estado ahí. Ahora, que no somos considerados un servicio “básico”, es posible que si uno de nosotros enferma lo que nuestras familias encuentren cuando nos necesitan sea una silla vacía. Y es posible que la medida suponga un ahorro, pero mi madre me enseñó que el ahorro comienza por lo superfluo; es que mi madre, como los servicios sociales, aprendió a gestionar mucho con muy poco.
Es evidente, los servicios sociales somos un servicio básico para aquellos políticos que creen que la prioridad es el bienestar de la ciudadanía, si la prioridad es el déficit, ni la sanidad, ni la educación, ni los servicios sociales pueden ser importantes. Así las cosas, mi otro propósito para año nuevo es no caer enferma; pero no te confundas Mariano, que la silla de mi despacho no estará vacía, pero me tendrás también en la calle, diciéndote clarito que para nosotros, los profesionales de servicios sociales lo básico son las personas.
Hasta la semana que viene.
1 Comentarios
Hija, no se puede hablar mas claro! Enhorabuena. Tengo la sensacion de que ha pasado un lustro ante nosotros y no nos hemos dado cuenta. Hasta hace bien poco, nuestras luchas eran (y lo seguirán siendo) los derechos subjetivos y la universalizacion de los ss.ss, y ahora poco menos que luchamos por "subsistir" y defender el Sistema. Pero amiga, qué ha pasado que me he perdido??? Ofrezco a navegantes, me da igual inclinacion política, una silla a mi vera de un dia de trabajo, a ver si, con la que esta cayendo son capaces de soportarlo y sobre todo de digerirlo. Entre otras cosas porque mi silla, al igual que la tuya, no estara vacia.