¿Cuándo comienza la desobediencia civil? Si siguiéramos la tradición cristiana podríamos afirmar que bastante pronto. Los primeros seres humanos, Adán y Eva, fueron los primeros desobedientes.
Si vives fuera de Andalucía, te cuento. Todo este tema surge a raíz de la negativa de algunas personas profesionales a gestionar el protocolo de tramitación preferente en materia de dependencia, un protocolo que la Junta ha establecido como solución ante un problema que ellos mismos han creado: el clamoroso incumplimiento de plazos legales en materia de dependencia.
Ante esta negativa Inma expone su fundamentada opinión en la entrada. Y yo, además de suscribir sus reflexiones, continúo este hilo insistiendo sobre algo que he defendido muchas veces: El reconocimiento por parte de la ciudadanía —que tanto parecemos ansiar— llegará en la medida que le comamos terreno a la función de control y le ganemos terreno a la dimensión terapéutica de la profesión y a la función de defensa que Malcolm Payne expone estupendamente en su libro Teorías contemporáneas del trabajo social.
Fuente: Teorías contemporáneas del trabajo social, página 45.
Aprovecho la mención del libro para reivindicar la necesidad de traducir más libros de trabajo social, al menos hasta que las generaciones de profesionales jóvenes tengan el nivel necesario para poder leer en otros idiomas.
La función de defensa también se hace, entre otros modos, objetando, pero, como dice Inma, hay que objetar bien. Con argumentos, con el respaldo de nuestros colegios profesionales y, si es posible, colectivamente. Algunas compañeras pacifistas saben mucho de objeción y desobediencia civil y nos pueden abrir el camino. De pacifismo tratará la próxima entrada, bueno, más bien acerca de un libro en el que participa nuestra compañera Koldobi Velasco. Hasta entonces.
La imagen que ilustra la entrada es de Lookstudio en Freepik
Siempre desobediencia y siempre objeción de conciencia. Por lo que supone de tener que pensar antes de hacer. También por la necesidad de tener presentes valores fundamentales en todas nuestras actuaciones profesionales o no.
Gracias, Belén, Óscar e Inmaculada. Interesantes lecturas.
Qué bien que sigas abriendo hilo sobre el tema, privilegiando, además, la dimensión terapéutica del Trabajo Social. Considero que debemos desarrollar aún más la figura de la objeción de conciencia, para darle una cabida real dentro del Sistema Público de Servicios Sociales. Tengo que llamarte pronto. Gracias por continuar el tema, me ilusionado encontrar esta continuación. Un abrazo.
El desorden y las opresiones se mantienen por nuestras obediencias y complicidades…hacer grietas, desobedecer…colectiva, comunitaria, públicamente y cuidando…muchas gracias Belén, Oscar e Inma…buceemos juntas. Un abrazo
Perdona Belén. Soy muy ignorante y anticuada. Es la primera vez en mi vida que oigo hablar de objeción de conciencia en Trabajo Social. Pero mucho me temo que muchas generaciones, posteriores a la mía, tampoco lo han hecho y eso sí que me parece grave.
Gracias por abrirme otra ventana.
¡Gracias Belén! muy contento de que se retome el tema tras tantos años. Creo que la objeción de conciencia es una figura que debe tenerse siempre presente en profesiones transformadoras como la vuestra. ¡Abrazo!
8 Comentarios
Siempre desobediencia y siempre objeción de conciencia. Por lo que supone de tener que pensar antes de hacer. También por la necesidad de tener presentes valores fundamentales en todas nuestras actuaciones profesionales o no.
Gracias, Belén, Óscar e Inmaculada. Interesantes lecturas.
Qué bien que sigas abriendo hilo sobre el tema, privilegiando, además, la dimensión terapéutica del Trabajo Social. Considero que debemos desarrollar aún más la figura de la objeción de conciencia, para darle una cabida real dentro del Sistema Público de Servicios Sociales. Tengo que llamarte pronto. Gracias por continuar el tema, me ilusionado encontrar esta continuación. Un abrazo.
El desorden y las opresiones se mantienen por nuestras obediencias y complicidades…hacer grietas, desobedecer…colectiva, comunitaria, públicamente y cuidando…muchas gracias Belén, Oscar e Inma…buceemos juntas. Un abrazo
Efectivamente, nuestras obediencias y complicidades… ay… Otro abrazo de vuelta.
Perdona Belén. Soy muy ignorante y anticuada. Es la primera vez en mi vida que oigo hablar de objeción de conciencia en Trabajo Social. Pero mucho me temo que muchas generaciones, posteriores a la mía, tampoco lo han hecho y eso sí que me parece grave.
Gracias por abrirme otra ventana.
Gracias a ti por comentar, es un placer leerte.
¡Gracias Belén! muy contento de que se retome el tema tras tantos años. Creo que la objeción de conciencia es una figura que debe tenerse siempre presente en profesiones transformadoras como la vuestra. ¡Abrazo!
Gracias a ti por «abrir el melón». Un abrazo.