5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
6 de noviembre de 2023 / 9 Comentarios
Soy una persona confiada. Desde niña. A pesar de mi rebeldía siempre confié en el buen hacer de mis padres y de mi hermana, nueve años mayor. Confié en el consejo de mi padre por lo que jamás se me ocurrió comenzar a fumar. Confiaba en las personas que me querían y me lo demostraban y a día de hoy lo sigo haciendo si me demuestran ese cariño con hechos porque las palabras no las quiero.
Creo firmemente que la base de una relación sentimental sana es la confianza. Si hay confianza hay respeto. Una relación sin confianza es una relación destinada al fracaso o a la infelicidad.
Confío en mis amigas y esa confianza me sacó del pozo en el que una vez estuve. Aunque no siga algunos de sus consejos confío en que quieren lo mejor para mi y las escucho con mucha atención. De hecho no suelo tomar decisiones importantes sin consultar a mi círculo más cercano, como digo, independientemente de que no siga sus indicaciones. Me siento mucho mejor después de escuchar sus opiniones.
Como directora, el ejercicio que más me ha costado es el de confiar en las profesionales, especialmente en la que tiene asignada MI UTS. Dirigir un equipo es, entre otras cosas, una cuestión de confianza.
Lo bueno es que para mí la confianza es tan importante que, a pesar de sentir la UTS como Gollum el tesoro, he confiado. Y he hecho muy bien porque la UTS que en su día fue mía está en excelentes manos. Y si no lo estuviera, como directora me tocaría mejorar esas manos, pero no es el caso. El resto de profesionales son estupendas. Tengo mucha suerte.
En estos momentos me encuentro formando a profesionales gallegas de servicios sociales comunitarios. Qué maravilla Galicia y su gente... El otro día les hablaba del giro epistemológico de Miren Ariño y les planteaba la necesidad de desempeñar su praxis colaborativa partiendo de un enfoque basado en capacidades. El enfoque basado en capacidades es en mi opinión uno de los pilares de un desempeño llamémoslo relacional.
Para transitar a un enfoque basado en capacidades percibo fundamental trabajar, previamente a otros aspectos, una nueva mirada hacia las personas que atendemos, una mirada cálida, respetuosa y confiada en las capacidades de la persona o familia. Por eso pienso que no todo el mundo está preparado para asumir este enfoque. Es una cuestión de confianza.
Sostiene Teresa Zamanillo, parafraseando a Ortega y Gasset, que las ideas se tienen y en las creencias se está. Si nuestro sistema de creencias está atravesado por la desconfianza o por la creencia en un mundo hostil es muy difícil adquirir la mirada que yo defiendo. La buena noticia es que, como dice Adela Cortina, nuestro cerebro es plástico y puede cambiar.
Como trabajadora social he confiado siempre en las personas que atendía. Me resultó fácil porque me sale natural. Me ha ido muy bien. La confianza, como el respeto, es un valor transaccional que crece y crece a medida que lo vamos abonando en nuestras interacciones con las personas que atendemos.
Soy una firme convencida de que mirar con buenos ojos a los demás nos hace mejores a los dos. El ejercicio de acompañar a los otros en sus malestares es una cuestión de confianza en las capacidades que sin duda están ahí, solo hay que buscarlas.
9 Comentarios
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Pues cuando esa administración lo que administra son » delincuentes» ni te cuento la desconfianza. Penetra y rezuma desde dentro hacia afuera y al revés, arrasando a los profesionales incluidos. Y cuándo tú vas y crees en las personas y confías en ellas te encuentras con los extremos pero multiplicados. Cómo profesional otros profesionales te ven todavía aún con más desconfianza y suspicacia. Pero también ocurre que cuando esa confianza la reciben personas en las prácticamente nunca nadie antes lo ha hecho se pueden producir cambios sorprendentes, y si tienen unos cuantos apoyos basicos más y una pizca de suerte surge magia. Pero requiere de una perseverancia en ocasiones agotadora. En ello estamos muchas compañeras. Gracias como siempre Belén. Preciosa canción y letra que tenía olvidada. La añado a mi lista
Qué bonito todo esto que cuentas acerca de la magia. Tienen suerte de contar contigo en instituciones penitenciarias, aunque no sepan verlo. Lo importante es que lo vean las personas que atiendes. Un fuerte abrazo.
y lo qye subyace en toda desconfianza en las personas está la falta de confianza en ti misma.
Yo siento que la Admòn establece esa desconfuanza como criterio y algunas profesionales se lo compran, en detrimento de su buen hacer profesional
Compañera, me parecen dos observaciones muy inteligentes. Me has dado mucho qué pensar, sobre todo con la segunda… Por favor sigue comentando si alguna entrada te sugiere alguna reflexión… Un abrazo desde Almería.
Muy bien expresado el tema de la confianza, quizá si no hay una infancia que que te ayude a durar no se genera ese valor en la persona. Tengo que leer a Amartya Sen. Saludos
Amartya Sen te gustará… Gracias por comentar. Un abrazo.
El día que leí un artículo de Amartya Sen que hablaba sobre el enfoque de las capacidades , cambié la manera de ver a las personas que entraban por la puerta de mi despacho .
Desde entonces siento una liberación y un sentido de respeto y confianza en Lis otros , que mejoró mis cualidades profesionales y personales .
Me ha resonado todo mientras leía tu texto .
Gracias
Oooooh me encanta que te encante. Un abrazo.