Me siento la liebre de marzo. De un tiempo a esta parte tengo la sensación de llegar tarde a todas partes, como mi entrada para el día del libro. Un día después, traigo una recomendación original, no sin antes recordar lo bueno que es Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, pero vaya, no es el libro al que me quiero referir. El libro en cuestión lleva por título
Pequeño glosario para el uso del trabajador social, y es de dos trabajadores sociales franceses, Thierry Darnaud y Guy Hardy.
Cuando acabé la carrera y comencé a tener ingresos (que no provenían del trabajo social, por desgracia) fui comprando todos los libros de la disciplina que se me ponían por delante. Sin discriminar. Era una esponja y me daba igual qué libro llevarme con tal de que en el título pusiera trabajo social o algo parecido. Debo confesar que estas compras ausentes de criterio lógico deparaban todo tipo de sorpresas: La mayoría de libros eran bastante malos, tan malos que me percataba a pesar de mis escasas luces epistemológicas, afortunadamente otros resultaron ser pequeñas joyas. Uno de ellos es el pequeño glosario.
Este breve escrito satírico, un libelo o un panfleto según el diccionario Petit Robert, que suscitará sin duda tantos adeptos como opositores, es un alegato para que esto cambie. Está en riesgo la ética de los profesionales de la ayuda psico-social, pues los miedos sociales actuales y las reacciones defensivas que provocan, influyen sutilmente en el sentido que dan a su función social. Más que una crítica que, a primera vista, pudiera parecer que descalifica las buenas voluntades y el importante trabajo social realizado cotidianamente, este libelo pretende, mediante las herramientas de la ironía y un humor en ocasiones mordaz, resquebrajar el saber.
Este fragmento de la sinopsis del libro, que aparece en la contraportada, resume muy bien lo que nos vamos a encontrar en sus 97 páginas. Se publicó en 2007 sin embargo en mi opinión mantiene plena su vigencia, es más, me parece digno de reivindicación en estos tiempos, caracterizados por el predominio de la mojigatería en nombre de una supuesta tolerancia que en realidad es censura. En redes sociales y en la vida misma. Lo digo refiriéndome a la gente en general.
Vale por ello la pena abrir sus políticamente incorrectas páginas y reirnos de nosotras mismas, que buena falta nos hace entre tanta queja y tanto lamento, lo digo refiriéndome a los trabajadores sociales en particular. Además, cuesta la friolera de 10,31 € en la editorial.
Esta es mi pequeña recomendación tardía para el día del libro. Espero que te guste.
¿Tú que opinas?