El pasado veinte de enero
el Presidente de Canarias, Paulino Rivero, al ser preguntado por las 400 camas que al parecer están ocupadas en los hospitales por pacientes ya recuperados,
responsabilizó a los familiares de los ingresados (en su mayoría personas mayores) de la situación, que, a su juicio, responde en parte a "un problema cultural". Puedes consultar la noticia
aquí, aunque seguro que la conoces ya que adquirió relevancia a escala nacional, y no es para menos.
Mi primera reacción al escuchar la noticia fue alegrarme. Sí. Que los hospitales mantienen a pacientes que podrían haber sido dados de alta es un problema que me sé de memoria porque yo soy la primera trabajadora social que presiona a mis compañeras de los hospitales de la zona para que "aguanten" las altas hasta que podamos ofrecer alguna alternativa en el medio.
Lo que ocurre es que, al menos en Berja, donde trabajo, no existe la tradición de abandonar ancianos; se mantienen otras tradiciones como subir y bajar a la Virgen una cuantas veces al año de la ermita a la iglesia y viceversa, la parva, poner una vela a las Ánimas y alguna más, pero vamos, la de abandonar ancianos, no.
Aún así, como digo, me alegró mucho escuchar las declaraciones del figura éste porque ha sido una estupenda forma de colocar en la opinión pública una realidad que hace siglos muchos conocemos y padecemos en este país, como afectados o como profesionales (o ambas cosas):
el modelo mediterráneo de cuidados hace aguas por todas partes y la clase política no sólo no ofrece alternativas sino que los hachazos presupuestarios no hacen más que agravar la situación, hachazos asestados en su gran mayoría por el gobierno del Partido Popular, a través de la demolición controlada de la "Ley de Dependencia" y privatizaciones varias, cuestión esta última que está llegando a extremos tales como este:
Lo grave no es que CLECE edite este calendario, lo grave es que la Diputación de Almería lo permita. En fin, que no me toques las palmas que me conozco...
En lo referente a la denuncia y análisis de la situación de la dependencia, la labor que realiza la
Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, a través de su Observatorio Estatal de la Dependencia es impagable. Sus dictámenes, documentos de aparición periódica en los que se analiza en cifras la evolución de la ley de dependencia,
son auténticas joyas estadísticas que ofrecen una magnífica radiografía del sector, por ello no voy a repetir lo que otros han explicado estupendamente: te animo a visitar su página y descargarte el último dictamen (el número doce), que han presentado estos días en Segovia. Puedes hacerlo pinchando
aquí. Encontrarás todos los dictámenes por orden de aparición.
Al margen de que la inmensa mayoría de las personas mayores están sufriendo, en mayor o menor grado, desatención por culpa de los recortes sociales, la noticia encierra un matiz que, en mi opinión, ha pasado casi desapercibido como es el hecho de que sí
existen personas mayores que son maltratadas, están desatendidas o cuyo patrimonio está siendo expoliado y están siendo abandonadas a su suerte en todo el país, incluyendo Andalucía.
Lo que procede a continuación es dar un fuerte tirón de orejas a la Junta de Andalucía.
No basta con denunciar el ataque presupuestario a la comunidad en materia de servicios sociales, también es necesario legislar para evitar la vulneración de derechos, en este caso de los derechos de las personas mayores. Este será el tema de la próxima semana. Me despido, agradeciéndole a Paulino Rivero sus declaraciones. De lo más oportunas.
Hasta la semana que viene.
"Canarios"
Enrike Solinís (Guitarra Barroca)
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