Hola de nuevo:
En la administración española existen mantras que, a fuerza de repetición, toman categoría de dogma científico. Uno de ellos adquirió un notable relieve con la promulgación de la ley de dependencia, allá por 2007: la necesidad de implantar un espacio sociosanitario.
Es curioso, se ha comenzado a hablar de lo sociosanitario como la solución desde entonces y en el contexto de la atención, preferentemente residencial, de la población mayor o con discapacidad (diversidad funcional si se prefiere). Es como si antes no hubiesen existido zonas de intervención conjunta entre la sanidad y los servicios sociales. ¿No? mmm... retrotraigámonos en el tiempo y el espacio...
¡Coñe! ¡Los toxicómanos! Qué tiempos aquellos, trabajando en un centro de tratamiento a drogodependientes, en los que recuerdo con qué cariño acogía el sector sanitario entre sus brazos a la población con problemas de drogodependencia (costaba horrores hasta que dispensasen metadona en los centros de salud). Y si se trataba de personas que además padecían trastornos mentales, salud mental incluso les ponía una pancarta de bienvenida, no te digo más. Patología dual y otras hierbas...
Veamos ¿hay algún otro colectivo necesitado del bálsamo sociosanitario?
¡Anda, las personas sin hogar! También me enternezco al rememorar la famosa frase que tanto les gusta pronunciar con ceja Sobera a algunos compañeros sanitarios: este es un caso social. Esta frase tan sanitaria, merece ser enmarcada, eso sí, junto con nuestra archiconocida sentencia lapidaria: esta familia se ha cronificado. Cuando escucho una u otra se me ocurren dos opciones ¿Me corto las venas o me las dejo largas?
Pero dejemos las minucias del pasado y volvamos al presente. Esta moda de lo sociosanitario ha ido arraigando con fuerza gracias al empuje de ciertos sectores de la sanidad, con intenciones tan dispares que van desde la simple y pura buena intención por mejorar la atención hasta la enésima operación de expolio público, que de todo hay.
Tanta fuerza ha adquirido el experimiento que actualmente los servicios sociales sufrimos en silencio, como las hemorroides, sus consecuencias, comenzando con la fusión de ministerios, consejerías y demás órganos políticos e institucionales; nefasta organización que constituye tan solo la punta del iceberg.
Y digo en silencio porque, salvo honrosas excepciones, seamos sinceros, desde los servicios sociales no hemos sido lo suficientemente beligerantes con este asunto. Lógico, en primer lugar, nos enfrentamos al sistema sanitario. Obsérvese la siguiente foto y trátese de adivinar quién representa a quién:
En segundo lugar, esto de lo sociosanitario nos lo han ofrecido como algo intrínsecamente bueno; es como cuando te hacen una encuesta en la calle y te preguntan: ¿está usted a favor de que los pederastas cumplan íntegras sus condenas? o ¿cree usted que los políticos cobran demasiado? Pues la pregunta aquí sería ¿está usted a favor de un espacio sociosanitario en pro de la mejora de la atención a las personas? ¿Quién podría contestar que no?
Pero el caso es que la pregunta tiene truco. Cualquier profesional de los servicios sociales a quien se le formule la pregunta contestará a favor de una mayor coordinación sociosanitaria entre ambos sistemas. Otra cosa es la atención sociosanitaria. Este es el quid de la cuestión. No nos dejemos engañar. Sí a la coordinación sociosanitaria. No al espacio sociosanitario.
¿Argumentos?
Tendrás que esperar, le he cogido el gusto a las entregas por fascículos, ahora que llega septiembre con sus colecciones de casas de muñecas, tazas de porcelana en miniatura y demás artículos de primera necesidad.
Hasta la semana que viene.
3 Comentarios
LLevas toda la razon en lo cuentas,yo soy una auxiliar de ayuda a domicilio de cadiz trabajo para la empresa del ayuntamiento,cuando yo empece a trabajar en el 89, nos encontramos con toda clase de persona drogadicto,indigentes que vivian en una habitacion con el suelo de cemento sin agua ni luz lo tenia que bañar pidiendo el agua y todo lleno de pipi y demas por estar tirados en la calle tengo para escribir un libro,me han puesto un cichillo en el cuello etc,etc y ahora lo hacen ver todo tan bonito porque ya esta todo casi echo y no habia personas sociosanitaria,sino situaciones de limites de miedos y extrema pobreza me despido un beso y suerte
Esperando la segunda entrega y esperando no confirmar mis presagios , Tampoco vale integrarnos en el modelo sanitario , fagocitarnos y descansar en paz.
Qué bien reflejas cuando nos hacen los diagnósticos sociales !!
Belén, agudas reflexiones que por supuesto comparto. Veo reflejadas en tu texto muchas de mis reflexiones, intuiciones y certezas respecto a este tema. Te felicito por tu manera tan clara de expresarlo. No podría encontrar mejor imagen para explicar la dialéctica entre el sistema social y el sanitario que la que has encontrado. Con tu permiso, la utilizaré. Por lo demás, yo también estoy a favor de que los políticos cumplan íntegras sus penas…