5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
27 de febrero de 2020 / 2 Comentarios
Cabría preguntarse a continuación qué entendemos por lo relacional, sin embargo voy a despachar esta parte en un pis pas. No es lo que me interesa en esta entrada (sí en próximas). Por lo pronto animo a la lectura del artículo en Cuadernos de Trabajo Social titulado Aportaciones de las teorías relacionales y feministas al trabajo social; en este texto su autora hace una aproximación al concepto.
Sobre eso que llamamos lo relacional escribió el amigo Pedro Celiméndiz una estupenda entrada el otro día. Se titula Del coronavirus y lo relacional. En esa reflexión, Pedro decía (cito textualmente) la mayoría de situaciones de sufrimiento que atendemos en servicios sociales tienen un componente relacional importante, que frecuentemente no consideramos. Continuaba el argumento señalando: el problema es que este trabajo de reconexión y de integración relacional depende de dos elementos fundamentales: la técnica y el contexto.
En relación al contexto comparto su análisis, pero quiero introducir un matiz. En mi opinión las administraciones funcionamos con lo que voy a bautizar como el sesgo mediterráneo consistente en acabar endilgando el peso del cuidado a las familias y ordenar el acceso a servicios con el criterio casi exclusivo del número e intensidad de los apoyos.
En realidad el mensaje es: Desgraciadamente es su familia quien tiene que ocuparse de usted porque hay lista de espera y no podemos hacer nada. No importa si es posible o no. Al final se acaba castigando a las familias que no saben, no pueden o no quieren claudicar en el cuidado y abandonar al familiar a su suerte. El otro día me decía enfadada una amiga, angustiada por un grave problema: Si hubiese sido capaz de dejar a mi hermano (con trastorno mental) abandonado en el hospital hoy tendría plaza en casa hogar. Y tenía razón. Es lamentable. Es indignante.
En lo referente a la técnica, en la que Pedro no ha profundizado (¡lástima!), como bien dice, el trabajo de reconexión y de integración relacional requiere de una alta capacitación. No es un trabajo sencillo, ni pueden realizarlo profesionales aislados. Para desempeñar funciones sobre eso que llamamos lo relacional se requiere (a nivel individual) formación, destreza y entrenamiento ¿Eso significa que no podemos hacer intervención dirigida a la reconexión e integración relacional? Al contrario. Lo expliqué en una entrada que titulé La intervención social era esto. No entraré en la configuración de la estructura para la que se trabaje, aunque es importante, obvio.
De todo lo dicho podría deducirse que la intervención social es el lugar privilegiado donde desplegar eso que llamamos lo relacional en oposición a la gestión, el trabajo simple y odioso, oveja negra de los servicios sociales. Pues no. Ya he escrito en algunas entradas que entender de este modo el desempeño profesional en servicios sociales es un error. De esto y más cosas hablaré en Tenerife con motivo del día mundial del trabajo social. Que digo yo que en lugar del coronavirus ya me podría haber cogido el día mundial en carnavales. No importa. Allí estará esta trabajadora social doctoris causa. La semana que viene, para las godas y godos, continuaré con el par intervención-gestión y contaré en exclusiva el origen del término doctoris causa, que es mucho mejor que doctor honoris causa ¡Donde va a parar...! No se lo pierdan.
2 Comentarios
Quisiera aportar mi comentario con un caso real:
Mujer rumana de 53-54 años, residente en España desde hace unos 10 años, sin familia, operada de Ca desde hace 6 años, con grado de discapacidad del 46%, vive en habitación de alquiler, cobra una pensión de incapacidad de Rumanía de unos 120€ y el complemento de RMI. hasta los 400€
En Diciembre 2019 cambia de domicilio. Pero no aporta contrato de alquiler al ser verbal.
La semana pasada, en visita a domicilio, le comento lo bien que está la casa, el cambio que ha dado para mejor (de vivir en una habitación alquilada a compartir piso)y le pregunto con cuantas personas convive y cual era el alquiler que pagaba.
Me responde que no paga alquiler, que ha llegado a un acuerdo con el propietario que trabaja todo el día y llega por la noche a la vivienda. El acuerdo es que se encarga de la limpieza, la ropa, compra y comida a cambio del alquiler y … «bueno», «ya sabe» «Así está la cosa». .. Cómo observo que tiene dificultad en seguir hablando, (yo pensando en un trabajo de interna, que es muy frecuente), interrumpo para preguntarle si le conviene ese acuerdo, si está agusto en el domicilio, o si piensa buscar algo mejor… (viendo que no leo entre lineas…)
Finalmente (entre titubeos y gestos de «resignación») me indica que se trata de «un amigo con derecho a roce» y que haga «lo que estime pertinente, si esto me perjudica para seguir cobrando la RMI, pues haga Vd. lo que deba que no voy a mentir…. ¡vivo con un amigo con derecho a roce!»….» y no me cobra el alquiler»…..
Creo que queda dicho todo!!!! Su dificultad en comunicar no era el idioma…. era que había iniciado una relación sentimental con convivencia…. y…. si «la nomina» de su «amigo con derecho a roce» le iba a perjudicar en el cobro de la prestación de RMI…
En fin! «lo relacional»… y el peso que le damos en la intervención…
Evidentemente, si la relación cuaja, si se estabiliza…. claro que va a perder la prestación económica de RMI… pero eso va a ser un itinerario… un camino…. nunca el «puerto» de llegada ni la estación de destino. Y será ella quien lo indique…( y yo quien lo sugiera al paso del tiempo…) He de aclarar que, entre sus compromisos con RMI no figuraba «lo relacional» ni el encontrar «amigo con derecho a roce», ni novio ni marido….
No sé si lo expuesto ha servido para «documentar» todo lo que «evoca» tu reflexión sobre lo relacional….
Muchas gracias, Belén.
¡Hola, Eva! Sí, creo entender tu reflexión. La RMI tal y como está construída es lo peor de lo peor. Es una fábrica de mentiras y ocultaciones de las pobres personas que se ven obligadas a solicitarla. La odio. ¡Gracias por comentar!