5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
15 de febrero de 2018 / 11 Comentarios
Asimismo, Luis Barriga, de directoras gerentes, compartió la tesis doctoral de Arantxa Hernández Echegaray, de la Universidad de Valladolid, que aborda el proceso de desprofesionalización del trabajo social en España. Este proceso de desprofesionalización parece ser el origen de estas ansiedades e inseguridades tan nuestras. La tesis tiene una pinta estupenda, por cierto. Enhorabuena, Arantxa.Dicho esto, una vez que iniciamos el ejercicio profesional es responsabilidad nuestra manejarnos con destreza y si no es el caso quedarse en el lamento no es proactivo. Si se optó por estudiar trabajo social lo normal es que haya capacidades para el ejercicio:Faltan instrumentos para la relación de ayuda: desde la universidad tengo la sensación que dedicamos "demasiado" (así entre comillas, que nadie se escandalice) a asignaturas teóricas y muy poco tiempo a trabajar sobre las herramientas (e, incluso, los modelos teóricos) de la intervención directa, de la relación de ayuda.
La capacidad puede entenderse como la potencialidad de hacer una cosa. Implica poder, aptitud, pero es un concepto estático. La competencia sería la plasmación de esa potencialidad en acto, la capacidad llevada a contextos determinados, concretos, ligados a la acción. Se trata pues de un concepto dinámico. Los dos conceptos están íntimamente unidos: se necesita ser capaz para ser competente; la capacidad se demuestra siendo competente” (...)Pero esta relación “jerárquica” o de “inclusión” está matizada por un mutuo condicionamiento, en el que competencias y capacidades son interdependientes (...) de la misma manera, los elementos o dimensiones integrados en las competencias guardan cierto correlato con los contenidos educativos sobre todo al formularse éstos de manera diversa, a partir de conceptos (conocimientos), procedimientos (habilidades, destrezas) y actitudes (valores, emociones, motivación).
Extracto de entrada del blog de Juan Domingo Farnós, titulada Competencias y Capacidades en aprendizajes.Lo que trato de explicar tras este parrafazo es que no basta con tener capacidades, hay que desarrollar competencias y para ello solo hay un camino, que es la formación permanente, y no cualquiera. Hay una tendencia muy absurda a realizar mil cursos de corta duración y mil temáticas, cuando es mucho más efectiva la formación en paradigmas de intervención (conocimientos) y a partir de ahí desplegar habilidades y destrezas a través de las técnicas propias del trabajo social ¡Ojo! pasadas por el tamiz del modelo en cuestión. Por ejemplo, el colegio de Tenerife organiza un curso sobre terapia narrativa en marzo, me permito este banner publicitario pues lo imparte mi amiga Karina Fernández, así que se me apunten las isleñas.La relación de ayuda requiere formación. Formación seria. Abandonemos de una vez los cursos de meditación zen y cantos trascendentales, por favor. Mejor dicho, situemos estas prácticas en la categoría de hobby, que cada cual tiene derecho a dedicar su tiempo de ocio a lo que le plazca. Incluso a las pseudociencias.Es cierto que la formación es cara a veces, es cuestión de elegir cuidadosamente y enfocarlo como una inversión. Y, tanto si nos podemos permitir la formación como si no, leer, leer y leer. Aquí no vale la excusa del coste. Afortunadamente las revistas de trabajo social son electrónicas, de acceso libre y la mayoría son de una calidad magnífica, no así los libros de trabajo social escritos en español. Se publica demasiada morralla, por lo que antes de adquirir un libro seducida por su título mírate el índice y pregunta por ahí.Por otra parte, se aprende mucho de trabajo social leyendo textos de otras ciencias, siempre pongo como ejemplo el libro de Daniel Kahneman Pensar rápido, pensar despacio. Creo que es de obligada lectura (el libro es un pelín ladrillo, eso sí). El problema es que todo esto requiere ESFUERZO. Seamos sinceras, no siempre estamos dispuestas a dedicar esfuerzo y tiempo a la formación y el reciclaje, parapetándonos tras excusas variopintas (los hijos son una excusa clásica, conste que no digo que se abandone el cuidado de los hijos, válgame el Señor).Para las crisis profesionales, nada mejor que los espacios de supervisión, formales o informales. Hablando de supervisión y de libros... Estoy segura de que este no pertenecerá al numeroso grupo de la morralla. Si andas por Bilbao, es un buen plan. Y si no, también puedes ver la película Malas temporadas, del director (paisano mío) Manuel Martín Cuenca; es una película coral que incluye una trabajadora social muy conseguida, seguro que te identificas con el personaje porque todas hemos pasado por crisis profesionales alguna vez.La solución a estas crisis está en la prevención a través de lo ya dicho. Si aún así aparecen, los remedios son conocidos: la escucha de una compañera. Una cerveza con amigos. Un paseo por el monte o la playa. La desconexión del fin de semana. Y tener un hobby, aunque sea la meditación zen.
Alef
Sol
Dedico esta entrada a una trabajadora social que hoy cumple años. Su novia, de cuyo nombre no quiero acordarme, no es trabajadora social, pero me escribió pidiendo ayuda para su pareja porque ha comenzado a trabajar y está muy sobrepasada por el tipo de personas a las que atiende.
Mucha fuerza y a por todas, compañera.
11 Comentarios
Es tan triste, Puri, que me digas esto precisamente a mí, tan triste… Efectivamente es un puesto de libre designación, no tengo nada que esconder, de hecho podría borrar tu comentario, pero no lo voy a hacer. Te deseo lo mejor, de corazón.
Práctica, con tilde en la a, perdón.
Hola compañera! Enhorabuena por ese puesto de coordinadora del Instituto Almeriense de Tutela. De todo se entera una.
Ahi si vas a poder poner en practica todos esos conocimientos que parece que tú y tienes y las demás no.
Te deseo mucha suerte, el trabajo es duro. La vas a necesitar.
Fdo.: Una humilde Trabajadora social, muy segura pero sin enchufe.
¡Muchas gracias! Tus amables palabras son un acicate para mí.
Como siempre, increíble, Belén Navarro. Gracias, compañera, tus reflexiones me ayudan y en otras me siento muy identificado con el enfoque y la manera de trabajar.
¡Ay los protocolos!
Ahora la moda son los cursos sobre housing first…jajjajajajaja.
Malos tiempos para la lírica, sí. Qué lejos queda Golpes Bajos…
Otro de vuelta. A ver si te vemos por Almería, lo propondré…
Es interesante esto que dices acerca de compartir el conocimiento y sí, la investigación requiere capítulo aparte, de hecho es una entrada pendiente. Gracias como siempre por tus buenos aportes, compañero.
Querida Belén excelente como siempre,gracias por el apoyo del banner publicitario se agradece.mucho. Aprovecho.pars decir que también en las Palmas del 5-7 de Marzo. Un fuerte abrazo
Cada vez detecto más presión hacia la respuesta inmediata a la demanda, sin más análisis que el de necesidad-recurso. También proliferan los "protocolos", como guía mágica que llevará a la solución del problema. Y los cursos de 40 o 100 horas que te "capacitan" para abordar no sé qué problema específico y parcial.
Qué lejos queda la formación compleja y permanente en un modelo, qué olvidada la relación de ayuda en manos de la de "dar ayudas" y qué empobrecimiento el de una profesión que ha olvidado que el pensar y la reflexión preceden al hacer, sin los cuales no tiene sentido. Malos tiempos…
Efectivamente la formación es importante y exige esfuerzo. Añadiría que la formación debe ir precedida de curiosidad y de una inquietud por solucionar unononvarios problemas concretos. Es decir ligada a cuestiones prácticas. A posteriori es fundamental reflexionar sobre esa formación, probarla, aplicarla y ver cómo funciona y dónde es más útil. Después compartirla, blog, comunicaciones, artículos, aunque estos últimos son muy exigentes y requieren además de reflexión y mucho tiempo una serie de tecnologías como gestores bibliográficos. Sin embargo, esto junto con la investigación es la manera de hacer avanzar nuestra profesión.
Excelente reflexión, gracias compañera