5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
14 de abril de 2024 / 12 Comentarios
Las lectoras más fieles conocerán mi opinión sobre el Programa de tratamiento familiar: No me gusta. No es objeto de esta entrada explicar por qué, pero no me gusta. He tenido algún rifirafe en foros profesionales porque cuando digo esto hay quien interpreta que no me gustan los Equipos de tratamiento familiar (ETF) y no es lo mismo.
Conocí en Jaén (donde he estado impartiendo formación) a varias personas de estos equipos. Lo primero que quiero señalar es que me parecieron grandes profesionales. Tuve la ocasión de tapear con el alumnado y me agradó mucho escuchar las impresiones de esta gente de los ETF. De todo lo que me contaron quiero subrayar un sentir generalizado: Se sienten muy incomprendidos, especialmente por parte de servicios sociales comunitarios. Lo expresaban con dolor.
Sus testimonios me dieron que pensar. Me vino a la cabeza algo que habíamos trabajado justo esa mañana: Las trampas de la demanda, un aporte ya clásico de Juan Antonio Abeijón. Como sabemos, él define una serie de trampas que las personas pueden colocar a las profesionales al inicio de la relación de ayuda. Son básicamente cuatro: Urgencia, dramatización, delegación y pseudoacuerdo.
Tengo la sensación que las profesionales de los servicios sociales comunitarios frecuentemente desplegamos estas mismas tácticas tramposas al derivar al Programa de tratamiento familiar. En muchas ocasiones derivamos lanzando demandas de intervención urgente con familias con las que nosotras llevamos trabajando años y años.
También incurrimos a veces en derivaciones cargadas de dramatismo. La dramatización exagera la gravedad y el profesional puede sentirse obligado a construir soluciones agrandadas que presupongan la incapacidad de la familia, reforzando los sentimientos de incapacidad e impotencia con que muchas familias se presentan a tratamiento.
Por su parte, el pseudo acuerdo se refiere al “acuerdo” de trabajar sobre un síntoma o problema determinado, pero, en el fondo, entre los distintos miembros de la familia no hay un acuerdo, sino que tienen una agenda secreta de los objetivos que cada uno pretende conseguir. En el caso de los equipos de servicios sociales comunitarios suele ser quitarse de en medio esa familia en cuestión.
Por último, la delegación es una maniobra clásica de los equipos derivantes. En la delegación se cede al profesional la responsabilidad, el esfuerzo y el protagonismo necesarios para cualquier proceso de cambio. En el caso de las derivaciones se cede al ETF la responsabilidad del cambio aplicando la varita mágica hacia la familia derivada.
Independientemente de nuestra opinión sobre el Programa de tratamiento familiar, es un recurso con el que trabajamos a diario. Un programa compuesto por profesionales que, como nosotras, quieren hacer su trabajo lo mejor posible. Opino que a veces se nos olvida que entre los servicios sociales comunitarios y los equipos de tratamiento familiar están las familias. Son —o deberían ser— motivo suficiente para derivar mejor. Para comprender a los compañeros mejor. Para tratarlos mejor.
Dedicado a las gentes de los equipos de tratamiento familiar de Andalucía, especialmente a O. y A.
12 Comentarios
El equipo de familia, en mi lugar de trabajo, es parte de la atención primaria. Estamos la UTS (unidad de trabajo social), equipo de familia y punto de violencia de género. Mantenemos reuniones de coordinación periódicas, y la trabajadora social de familia se encarga de dejar muy claro a la familia, que la trabajadora social de referencia es la UTS. De hecho si precisan de algún apoyo económico, tramitación…se realiza desde UTS, cuestión con la que no estoy de acuerdo porque la visión de la familia tiene que ser holística, sus circunstancias deben tratarse en su conjunto. Antes de que hubiese equipo de familia, teníamos el privilegio de una terapeuta familiar, que se ha mantenido. Paradójicamente, en mi caso, la coordinación con la terapeuta es mucho más fluida, menos condicionada y más abierta que con el equipo de familia. Analizando a que se puede deber, afinidades a parte, creo que lo multidisciplinar nos enriquece y amplia horizontes.
En Andalucía tenemos equipos de familia, integrados en servicios sociales comunitarios y equipos de tratamiento familiar.
Un abrazo, amiga.
Buenos días,
Nosotros en los servicios sociales de atención primaria tenemos equipos de atención familiar para intervenir en situación de desprotección leve tendente a grave, y a nivel de la organización surgen los mismos problemas que comentan las compañeras de Jaen. “ Los profesionales de los equipos se sienten muy incomprendidas y poco valoradas por los y las trabajadoras sociales y educadoras de zona”, y desde zona se deriva a estos equipos como describes en tu entrada.
En nuestro caso, pienso que el problema está en una organización que ha creado equipos de atención específica sin haber redimensionado las zonas de actuación y esto crea mucho malestar en la primera línea.
Estoy de acuerdo contigo, si no respetamos y valoramos el trabajo que se desarrolla en otros programas o servicios va a ser bastante difícil por no decir imposible que valoren el nuestro.
Un abrazo y buen día.
Cheli
«En nuestro caso, pienso que el problema está en una organización que ha creado equipos de atención específica sin haber redimensionado las zonas de actuación y esto crea mucho malestar en la primera línea.»
En el nuestro pasa exactamente lo mismo…
Un abrazo.
¡Madre del amor hermoso! Voy a cuidar y a tratar bien a mis hijas, no vaya a ser que me envíen a los servicios sociales y a los equipos de tratamiento familiar. Prometo que, a partir de ahora, seré buen padre.
Hola, Aurelio.
Disculpa mi torpeza, pero no entiendo el comentario. No sé qué mensaje quieres transmitir.
Un abrazo.
Yo tampoco entiendo que estén separados y en otro nivel.
La política del «filtro…»
Para mí los Equipos de Tratamiento Familiar deben estar integrados en los Servicios Sociales Comunitarios. Me parece un modelo más coherente que mantenerlos separados. Saludos.
Totalmente. Un abrazo, Pedrico.
Menudo melón has abierto, querida (gracias). No podría argumentar mi sentir profesional en un ETF solo con una entrada, así que tenemos un vino pendiente.
Dicho esto, y viniendo de los SSC, considero que los ETF están erróneamente enfocados desde un programa diferente, resultando pernicioso para las propias familias. Nos queda mucho camino por recorrer si seguimos haciéndolo desde diferentes niveles, pero también esto nos permite trabajar desde una perspectiva holística y dedicar mucho más tiempo a una intervención familiar (tratamiento familiar), con dramas y urgencias incluidas. Y esto, para los amantes de la intervención familiar, no tiene precio.
El estilo profesional vs contexto ETF lo dejamos para otra entrada….. (jjj)
Un abrazo, compañera.
«También esto nos permite trabajar desde una perspectiva holística y dedicar mucho más tiempo a una intervención familiar (tratamiento familiar), con dramas y urgencias incluidas. Y esto, para los amantes de la intervención familiar, no tiene precio».
Cierto es.
Apunto lo del vino…