5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
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El blog de Belén Navarro
30 de agosto de 2023 / 22 Comentarios
He seguido el mundial femenino. Me he tragado todos los partidos de España excepto el que jugaron contra Japón. También he visto partidos entre otras selecciones. He conocido por la prensa la historia de cada una de esas mujeres —ya está bien de llamarlas niñas—. Y me he decidido a escribir sobre ellas porque, al menos en mi opinión, esto no va de fútbol. Tampoco va de España, sus gestas deportivas y el casposo yo soy español. Esto va de feminismo. Desde que las quince se amotinaron antes del mundial hasta el famoso se acabó que muchas estamos entonando estos días.
Extraigo algunas lecciones que nos han dado las jugadoras y que pueden ser de utilidad para nuestra profesión. Por jugadoras me refiero a las veintitrés convocadas y también a Sandra Paños, Mapi León, Patri Guijarro, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Nerea Eizaguirre, Amaiur Sarriegui, Leila Ouahabi, Laia Aleixandri, Lucía García y Andrea Pereiro, doce de las quince jugadoras que se amotinaron contra la pestilente Federación española de fútbol. Ninguna del Real Madrid, por cierto. Cada día me pregunto por qué sigo siendo madridista y no encuentro respuesta.
La primera lección que nos han dado es la de la valentía. Antes del mundial se rebelaron, hartas de ser ninguneadas por la federación. Solicitaban unas condiciones mínimas para poder competir dignamente: salario, un cuerpo técnico adecuado a las necesidades de un equipo de élite, infraestructuras, medidas de conciliación familiar... En definitiva, como ha afirmado Alexia Putellas, respeto.
Fueron valientes antes del mundial y han vuelto a tener la valentía de plantarse ante el infraser y su séquito, gritar se acabó y negarse en bloque a volver a la selección si no hay dimisiones y cambios (esta vez también lo han hecho las del Real Madrid). Qué papelón el de los seleccionadores, dicho sea de paso. De vergüenza ajena.
De Rubiales no voy a decir mucho porque sus actos lo definen. Cuando creíamos haberlo visto todo, el personaje se lleva a sus hijas, dos de ellas menores, a la asamblea de la federación. Ahora, su madre en huelga de hambre. Sería gracioso si no fuese patético que un machote como él se parapete detrás de las mujeres: De Jennifer Hermoso, al colocarse como la víctima y atribuirle a ella el papel de verdugo, manda ovarios. Detrás de su cuerpo técnico femenino colocándolas en primera fila durante la asamblea. De sus hijas, exponiéndolas a semejante espectáculo. De su madre, a quien no ha tenido la decencia de prohibirle que inicie una huelga absurda.
Frente a la cobardía de Rubiales, la valentía de las jugadoras. No solo con los plantes. Como lesbiana he sentido un orgullo indescriptible al contemplar a muchas jugadoras besando a sus parejas tras los partidos. Han dado un ejemplo de visibilización lésbica nunca visto en este país. Una lección de la que los jugadores gais deberían tomar nota, aunque no albergo esperanzas. Algunas de ellas además ejerciendo como madres demostrando al mundo lo que significa la palabra conciliación. Esta era otra de las reivindicaciones de las quince.
Segunda lección: Lucha colectiva y organizada. En su día se plantaron las quince y con el piquito se organizaron después rápidamente a través de un grupo de whatsapp. Han canalizado la agresión a Jenni Hermoso a través de su sindicato, Futpro. Han hecho piña y están fuertes, vaya si lo están. Es su fuerza la que ha impulsado que comience la desinfección de la cloaca que es la federación. Ni los chanchullos con Piqué, ni los negocios con Arabia Saudí, ni las orgías con dinero público. Se acabó. A Rubiales lo vamos a poner en su sitio las mujeres de este país, capitaneadas por estas valientes, lo que me lleva a la tercera lección.
Feminismo, feminismo y feminismo. Desde el inicio del mundial pudimos constatar las enormes diferencias entre un mundial femenino y masculino: Ausencia de broncas en los aledaños de los estadios, convivencia entre aficiones... En el campo, juego limpio, sororidad entre jugadoras de distintas selecciones, con imágenes para el recuerdo de tantas vencedoras consolando a las perdedoras al término de las eliminatorias: la foto de Aitana Bonmatí y Fridolina Rölfo, para enmarcar.
Y sobre el tema de marras, el rotundo se acabó de Alexia Putellas, convertido en el #Metoo español. Las mujeres jóvenes están diciendo ¡basta! cada vez más fuerte. Porque se acabó, porque antes o después el patriarcado se tiene que acabar, lo tenemos que derribar entre todos, mujeres y hombres. Porque a pesar de los privilegios que ostentan los hombres el patriarcado no les hace más felices, aunque esa es una conclusión a la que ellos, vosotros, tendrán, tendréis que llegar.
El mundial de fútbol ha coincidido con el de atletismo. En la prueba de salto con pértiga femenino, las atletas Nina Kennedy y Katie Moon decidieron no desempatar para conseguir el oro. Un gesto, precioso a mi parecer, deslucido por las declaraciones de los comentaristas españoles, indignados porque aquí se viene a competir. Estos comentaristas no han entendido que el deporte es un juego y que, a diferencia de ellos, para la gran mayoría de mujeres los valores y la ética están por encima del espectáculo.
Según Victoria Sendón de León, el feminismo de la diferencia plantea la igualdad entre mujeres y hombres, pero nunca la igualdad con los hombres porque eso implicaría aceptar el modelo. No queremos ser iguales si no se cuestiona el modelo social y cultural androcéntrico, pues entonces la igualdad significaría el triunfo definitivo del paradigma masculino. El panorama quedaría reducido a hombres y “hombrecitos”: todos “casi” iguales. Es muy triste convertirse en una mala copia de un patético modelo. Claro que queremos la igualdad ante la ley, igual salario a igual trabajo y las mismas oportunidades ¡cómo no! Pero no es suficiente, ni siquiera deseable.
Las jugadoras, las mujeres de la selección lo han demostrado con su saber hacer, completamente alejado de los modos de sus compañeros y otras estrellas del deporte, cuyo silencio (salvo excepciones) los hace cómplices. Por eso no comparto la idea de que todo esto ha empañado un triunfo deportivo. Ellas son campeonas por partida doble, en el terreno de juego ganando un mundial y fuera de él, con su ejemplo para millones de niñas (y niños). Un posicionamiento el suyo que ha supuesto el reconocimiento de también millones de mujeres y, qué satisfacción, de cada vez más hombres. Una lucha que dejará un importante legado.
Este átomo del ciber espacio comienza con fuerza y alegría una nueva temporada y no puede hacerlo de otra manera que estando contigo, Jennifer Hermoso. Se acabó.
22 Comentarios
Gracias Belén. Acabo de abrir el ordenador por primera vez desde junio, después de mis bien merecidas vacaciones, y me encuentro con la mecha que me hace falta para ponerme en marcha.
Me parecen magníficas tus reflexiones sobre el tema y también las de las colegas. Por lo que a mí me toca, creo que razones no nos faltan a las y los de nuestra profesión, cómo trabajadoras, para decir «se acabó» y reclamar el respeto que nos merecemos, ante la administración, la política e incluso ante algunos colegios profesionales, que nos representan. ¡ SE ACABÓ !!!
La Gesta de las Futbolistas, marcará un antes y un después.
¡Qué alegría tenerte de vuelta! Opino lo mismo, estas chicas están haciendo historia.
Muy buen artículo como siempre.
Creo que nos falta el análisis de otro poder responsable de todo el sufrimiento de nuestras campeonas su no visibilidad de su trabajo y triunfo
El mal informar y contar de los mecanismos de la institución deportiva
Es la prensa
Excelente reflexión, Belén. Gracias por aportar tu punto de vista a este tema. Creo que es otra mecha que se agota y explota. La diferencia es que esta vez la onda expansiva ha sido mayor. La lucha de las jugadoras/trabajadoras del fútbol ha estado ocultada por los grandes medios hasta que no han podido pararlo. Este «se acabó» hay que unirlo al resto de luchas feministas y trabajadoras (Inditex, por ejemplo). Es imparable. Y tengo la sensación que cuando feudos partriarcales como el fútbol se incendian de esta manera, es señal de que las cosas de verdad cambian a mejor.
Enhorabuena a las campeonas del mundo por todos los logros conseguidos (deportivos y extradeportivos), por su lucha feminista, por su valentía y por mostrar el camino a tanta gente en España y el resto del mundo.
Bienvenida de vuelta a tu blog. Sólo falto yo por terminar mis vacaciones…
Un abrazo grande.
Buenos días!! Un lujo empezar la jornada leyendo tu entrada, ESTA entrada.
Tengo que reconocer que estos últimos días, a ratos, me ha colapsado este tema.
Leyéndote hoy descubro matices muy interesantes y te agradezco que los hayas compartido.
Un Se Acabó ¡qué no ha hecho más que empezar!
Grande Belén. Gracias!
Efectivamente, Chus, como bien dices este «se acabó» es un comienzo y las jugadoras lo saben. Alexia Putellas, que es una jefaza, habla de «legado». Estoy por hacerme hincha del FCB femenino ¡Qué grandes!
Un besote y gracias.
¡Hola amiga! es lo.mejor que he leído sobre este temazo. ¡Enhorabuena, Belén! Fuerte abrazo.
¡Gracias, bonica! Un abrazo.
Maravilloso Belén, verdad verdadera. Estos días de final de verano en la playa del zapillo, Almería,ha sido el comentario más escuchado en todas las sombrillas y me quedo con el dato que me ha gustado que mujeres de todas las edades ven el gran papel de las jugadoras y el papelon del susodicho, que va de víctima, machirulo y mentiroso . Y la gota que colma el vaso dice que no son campeonas que utilizamos el genérico que somos campeones del mundo, vamos sin desperdicio.
¡Gracias por comentar, Meli! Sí, esto es de traca, vaya…
Efectivamente no va de fútbol, no saben las campeonas el bien que le están haciendo a nuestra sociedad en su conjunto, con su postura, valiente y coherente
Exacto. Y lo mejor es que ellas creo que son conscientes del legado que van a dejar. Qué lección de feminismo y responsabilidad.
¡Gracias!
Buenas tardes, Belen:
Ya te estaba echando de menos, inauguras temporada con una entrada estupenda.
Muy poco que añadir a todo lo que has dicho, yo tampoco comparto la idea de que “todo esto ha empañado el triunfo deportivo”, pienso que la forma en la que están actuando ante la agresión que ha recibido una compañera ha hecho este triunfo mucho más grande.
Este mundial no solo lo vamos a recordar por ser campeonas “ de todo el puto mundo” sino también por la lección que están dando a toda la sociedad sobre feminismo y lucha colectiva. Solo se puede estar con este equipo y mostrar nuestro apoyo a Jennifer Hermoso. Se acabó.
Un abrazo. Cheli
¡Hola, Cheli!
Gracias por echarme de menos, jijiji
Un abrazo.
Suscribo tus palabras.
Lo que no conocía era la situación que relatas del mundial de atletismo. Flipo porque en las olimpiadas pasó lo mismo con dos hombres y en ese caso se hablaba de que ese empate-acuerdo reflejaba el verdadero espíritu olímpico. ¿Doble rasero?
¡Pues es verdad! ¡No había caído! Doble doble rasero, efectivamente…
Gracias por comentar, Verónica.
Leo tu entrada después de coordinar con las compañeras del PMOVG en mi puesto de trabajo, también hemos comentado, en un aparte, las novedades sobre este tema que como bien dices no va de fútbol, va de la realidad con la que nos topamos en el día a día y por lo que me siento feminista. Te felicito por tu entrada y desde aquí muestro mi apoyo a ese grupo de mujeres futbolistas luchadoras y valientes.
Feliz regreso
Gracias, primor, por comentar. Un beso fuerte.
¡Hola amiga!
es lo mejor que he leído sobre este temazo. ¡Enhorabuena Belén! y gracias por darnos tan estupendo análisis. 💋💋💋
Gracias, Marisa, por comentar ¡Qué alegría de selección!
Un abrazo.
Belén, cómo siempre: brillante y lúcida; tb dando pie 👣 y juego a discrepar, cómo debe ser.
Gracias a ti, bonica… Un abrazo.