5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
1 de septiembre de 2022 / 8 Comentarios
Contar es escribir. Ursula K. Le Guin
He estado todo el verano abducida por esta mujer. No la conocía hasta que escuché sus reflexiones en mi podcast favorito, Deforme Semanal. Tal es el grado de abducción que Ursula K. Le Guin (fallecida en 2018) es casi la protagonista del manual del curso de escritura que estoy preparando. Si tienes instagram y me sigues sabrás del asunto porque llevo un mes dando la turra con el curso (y lo que te rondaré, morena...). Y si no te has enterado, en un alarde de sutileza sin precedentes en la historia de internet, deslizo la información e inscripción del cursillo de marras aquí.
Uno de mis propósitos para el curso-taller-seminario (o lo que sea) era incorporar el feminismo, sí o sí, y relacionarlo con la escritura. Para ello en primer lugar me propuse incluir la mayor cantidad posible de mujeres en el manual. La presencia de profesores de escritura conocidos es tan apabullante que ni así logré equilibrar la balanza.
En segundo lugar busqué textos que analizaran escritura y feminismo y ¡eureka! encontré muchos (escritos por mujeres, claro). Algunos de ellos, muy sugerentes; son los que quiero compartir en esta primera entrada de la temporada.
María Martín Barranco es una escritora que recomiendo con fervor. Experta en lenguaje y género, escribe en su libro Ni por favor ni por favora:
“Los niños que terminen pueden ir al recreo”, dice la maestra. Julia se queda sentada en su pupitre, esperando su turno. “Fulanita, he dicho que podéis ir al recreo” y, como Julia permanece inmóvil, al final le explica que con “niños” se refiere también a las niñas. Horas más tarde, el profesor de gimnasia dice: “Los niños que quieran formar parte del equipo de fútbol que levanten la mano”. Julia alza la mano, decidida, a lo que el profesor, incómodo, reacciona: “He dicho los niños”. Julia, estupefacta, no entiende nada. “¿Pero no había dicho ‘los niños’?”.
Desde niñas nos han educado, tratado, definido y estudiado en subordinación a los hombres. Cuenta Natalie Goldberg en su libro El gozo de escribir que a finales de los 70 se publicó una investigación en EE.UU. sobre mujeres y lenguaje. Esa investigación arrojaba las siguientes conclusiones: La primera, que las mujeres suelen acabar su frases con una muletilla de confirmación, por ejemplo la guerra de Ucrania no tiene visos de acabar ¿Verdad? o me gusta mucho ¿Y a ti? En las estructuras lingüisticas que utilizan, las mujeres siempre buscan apoyo para los sentimientos y opiniones que expresan. Me he sentido tristemente identificada.
También se observó que otra de las características del lenguaje femenino es el uso de un gran número de términos como quizá, puede que, de alguna forma... No siempre tenemos que expresarnos de un modo taxativo, pero lo cierto es que, en palabras de Goldberg, hacer afirmaciones es un ejercicio útil para aprender a darle confianza a nuestra propia mente, para tener el valor de dar nuestras propias opiniones.
Tener seguridad en nosotras mismas es difícil si tenemos en cuenta que, según investigaciones mencionadas por mi Ursula, si una mujer habla el treinta por ciento del tiempo los hombres perciben que ella domina la conversación.
Conforme leía todo esto me iba poniendo de muuuuy mala baba. Y es que cometí el error de leer feminismo en verano en lugar de leer, yo que sé, a Carmen Mola, que, por cierto, son tres tíos, manda narices. Dedicaré otra entrada a los seudónimos literarios porque tienen miga.
En fin, la cosa ya no tiene vuelta atrás: Abro esta temporada con una solemne declaración: Este es un blog abiertamente feminista. Sí o sí ¿Que antes también era feminista? Sí, es verdad. Pues ahora lo es MÁS.
Aliados: ¡Bienvenidos! Escuchadnos, una nueva vida os espera en las colonias del mundo exterior. Hermanas: Hablad, hablad y hablad ¡Quitadles a los hombres su setenta por cierto! ¡Nos han arrebatado un veinte por cierto, hostias! ¡Bastante hablan en los bares, ahí, a grito pelao! ¡Gritad vosotras también! ¡Dad vuestro punto de vista en el trabajo, en las redes, tomando cañas! ¡Que nos oigan como los oimos a ellos, queramos o no! ¡Y, trabajadoras sociales, escribid, escribiiiiiiiiid! Y si no sabéis como empezar ¡Pues apuntaros al curso, hombre!
8 Comentarios
Se te echaba de menos, Belén, aquí estamos de nuevo, voy ahora mismo a mirar tu curso…jajajaja
¡Hola, Enma! ¡Yo también os echaba de menos! ¡Gracias también por volver a este espacio! Un abrazo.
Muchísimas gracias Belén!! Es un chute buenísimo para empezar temporada. Ya tengo en mi play list personal a Deforme Semanal. Comento por aquí que me he estrenado en la escritura y quiero agradecerte ante tú público que has sido para mí una gran inspiración y motivación para animarme a hacerlo. Invito a todas las Trabajadoras Sociales a que lo intentemos al menos una vez. Es súper necesario para nosotras y para los demás. No sin reconocer que es un esfuerzo importante y requiere de un trabajo extra pero finalmente reconfortante y liberador. GRACIAS COMPAÑERA!!
¡No sabes la alegría que me da leer que te has animado a escribir! Y gracias por tu amables palabras…
Bienvenida Belen!!! Buena entrada para retomar la actividad en tu blog y como siempre muy sugerente, invita a la reflexión. Ya me he inscrito en tu curso. Espero aprender mucho y vencer mis barreras para escribir. Un fuerte abrazo
Hola, amiga, espero que el curso sea de tu interés…
Que bien, Belen! Encontraba a faltar tus textos, son referencias necesarias. Un abrazo.
¡Oooh, gracias, gracias…! Un abrazo.