5 diferencias entre el trabajo social y los servicios sociales
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
15 de octubre de 2016 / 15 Comentarios
El blog de Belén Navarro
12 de abril de 2021 / 10 Comentarios
Esto es el fragmento de una entrada que escribí en 2016. Se titulaba las mentiras de los usuarios de los servicios sociales. Mi blog aún estaba alojado en la página antigua, de ahí el aspecto cutre. En esa entrada opinaba sobre el abordaje de las mentiras que en otro post una compañera realizó. Se titulaba Qué hacer ante las mentiras de los usuarios. Ella afirmaba cuando una persona oculta algo, “no es de fiar” y eso, puede repercutirle en un futuro. Su opinión me llevó a contraargumentar en el sentido de no juzgar con tanta severidad las mentiras de los demás sin analizar las nuestras. Sin más pretensión. La viga y la paja, vaya. Aprovecho para recomendar por enésima vez la entrada de Pedro Celiméndiz Arilla La danza de la demanda.
Recientemente el tema ha reaparecido por partida doble y de casualidad. Por un lado, en el blog Sorbitos de sociología, de Maite Aurrekoetxea, profesora de trabajo social en Deusto. Formulaba una interesante pregunta al alumnado: En una investigación realizada por Pemán, Izquierdo y Garro (2012) entre profesionales del Trabajo Social encontraron que un 36% de las personas encuestadas se habían encontrado con un dilema al descubrir que uno de sus usuarios estaba mintiendo sobre algunos datos para conseguir una prestación determinada ¿Tiene el profesional la obligación de comunicar todo tipo de situaciones fraudulentas o por el contrario debe ocultar esa información para que el usuario obtenga la prestación solicitada?
La mentira puede suponer un dilema que debe ser resuelto desde la deliberación ética y no desde el sentido común. Ello me lleva a reivindicar la necesidad de incorporar la ética al desempeño profesional y creo que esto debiera protocolizarse desde las propias instituciones, incorporándose al funcionamiento diario de los equipos. No basta con la creación de comités de ética, por otra parte bastante alejados del día a día, al menos en mi experiencia. Creo que estas cosas hay que tomárselas muy en serio. Sin embargo, el aspecto más interesante de las mentiras, si se me permite la expresión, es analizar cómo nos posicionamos las profesionales ante el hecho en sí y que función tienen en el problema que se está trabajando. Por eso recomiendo el abordaje de las mentiras que Valentín Escudero hace en el podcast ¿Qué hacer si un cliente me miente? de la página web Macroscopio Sistémico.
Macroscopio sistémico es una iniciativa bien interesante por su carácter práctico a la vez que riguroso. Ofrece varias opciones de acceso a la información: A través de la membresía anual o a través de la matriculación puntual en cursos y seminarios. Además ofrece recursos gratuitos como los podcast, todos ellos de contenido útil. Nada tengo que ver con la página, conste en acta. Si escuchas el podcast sobre el abordaje de las mentiras cuéntame que te ha parecido. Los comentarios alimentan este blog ¡Ñam!
Normalmente no suelo comentar los vídeos porque prefiero que cada cual interprete lo que quiera. En este caso voy a compartir dos canciones que tienen el mismo título: Sweet little lies. La primera es de 1987. Yo tenía 15 primaveras y me encantaba tanto la canción como el grupo, Fleetwood Mac. La segunda es de 2019, de ayer, vamos, yo tenía 47 años y ni la había escuchado hasta ahora. Han pasado treinta y dos años en un suspiro...
10 Comentarios
Hola, Belen
No conocía la página que has recomendado, muy interesante el podcast, pero yo me hago la misma pregunta… ¿por qué nos sentimos engañados?
Si nos sentimos engañadas cuando la información que nos dan en la entrevista no coincide con los datos de la documentación, pues tendremos que explicar qué con esos datos no tienen derecho a la ayuda, ahora no opino que mienta una persona que haga trabajos marginales, eventuales o esporádicos y no declare esos ingresos, como dice tu tocaya, el sistema obliga a mentir y como dice Aurelio las mentiras cumplen funciones diferentes.
Profesionalmente “la mentira “ que me preocupa es aquella que puede poner en peligro a otras personas (menores, adultos dependientes…) y no me preocupa por la mentira, me preocupa porque no se adopten las medidas de protección adecuadas.
Como dice el podcast lo importante es que “la persona tenga la libertad para decir lo que quiere decir o lo que pueda decir”, que no siempre es fácil.
Belén, las madres no le mentían a las vecinas, les contaban lo que tenían que contarle para evitar el conflicto o es que a ti no te ha dicho nunca tú madre que todo no hay que contarlo.
Terminé el libro, muy interesante. Esa experiencia se debería de desarrollar en todas las facultades de Trabajo Social. Aprenderíamos mucho unas y otras.
Un abrazo. Cheli.
El sistema obliga a mentir, he ahí la cuestión ¿Las madres no mentían a las vecinas…? Pues mira, te compro el argumento ¡Un abrazo!
Gracias por la enésima recomendación de mi entrada más «bailable». Por aportar a la reflexión, dejo otra que escribí en su día sobre este tema de las mentiras. Un abrazo. https://tribulacioneschino.blogspot.com/2013/11/mentiras-privadas.html?m=1
¡Es verdad, la había olvidado! Muy buena también. A mí la danza de la demanda me gustaría que la leyera la gente en la carrera ¡Un abrazo!
Las mentiras cumplen funciones diferentes en función del contexto. En la terapia familiar sirven para camuflar la vergüenza -como dice Valentín Escudero-. Sin embargo, en las adicciones forman parte del problema, mientras que en situaciones de pobreza y precariedad, las mentiras forman parte de las estrategias de supervivencia (que una/o puede ser pobre, pero no tonta/o).
La gran mentira en las prestaciones económicas para situaciones de pobreza (camuflada con la inconsistente «exclusión») es la que representan las Administraciones Públicas.
Sí, estoy de acuerdo, aunque a veces en adicciones también las mentiras cumplen diferentes funciones, al menos esa es mi experiencia.
«La gran mentira en las prestaciones económicas para situaciones de pobreza (camuflada con la inconsistente «exclusión») es la que representan las Administraciones Públicas» (Sonido de aplausos)
Gracias por comentar, Aurelio.
Hola Tocaya, este tema es recurrente en servicios sociales. YO estoy de acuerdo con la explicación del pod cast, por cierto, gracias, me he suscrito, no los conocía. En ocasiones el sistema está pensado y establecido de una forma tan imposible que yo creo que obliga a las personas a mentir. Recuerdo mi época de independencia, a los 18, percibía de ingresos el subsidio por desempleo, pero debía compatibilizarlo con becas y trabajos esporádicos, si quería comer, `pagar el piso y las facturas, mentia al sistema, el sistema esperaba que yo pudiera sobrevivir con el equivalente a 300€, ¿quien miente primero?
Totalmente, el planteamiento es completamente hipócrita. Me alegro de que te haya resultado útil la página, yo la sigo, escucho los podcast y está muy bien.
¡Un abrazo muy fuerte, tocaya!
yo me desempeño como perito en tribunales y convivimos con la «mentira» .Para mi es una herramienta util porque me permite ver cuan incorporado tiene los parámetros sociales el peritado. Nosotros mas bien trabajamos con la congruencia entre el discurso y la praxis y la «mentira» es un indicador para analizar lo q la persona interpreta como «lo q está bien» o lo «que deberia responder»en dicha circunstancia
Hola, compañera, qué interesante tu reflexión. Efectivamente, la deseabilidad social es otro factor para mentir. Muchas gracias por comentar.