Crear vínculo

El pasado día 13 tuve el honor de participar en la primera mesa de debate online organizada por el Consejo General del Trabajo Social. Estaba tan nerviosa que tenía la boca seca y no paré de beber agua. Imagínate cuando el debate acabó, menos mal que una tiene un aguante que... en fin, dejémoslo; si estás leyendo esto es porque te interesa el tema de hoy que es crear vínculo.

Crear vínculo es una ide que deriva de la mesa online; como sabrás, trataba sobre garantía de rentas. Si no pudiste asistir puedes verla aquí. La argumentación que defendí en mi turno es, rápidamente, la siguiente: La tramitación de ayudas condicionadas en servicios sociales contribuye al sufrimiento y nos resta reconocimiento. Con respecto al sufrimiento, es público y notorio que para la ciudadanía constituye un laberinto burocrático. Para las profesionales también. Al menos para quienes reniegan del papel de policía social (de esto hablaré en una entrada futura). Tramitar estas ayudas condicionadas agota, nos empobrece, emocional e intelectualmente y nos desprestigia.

Nos agota porque ser el muro de contención de un sistema de protección social injusto es devastador, nos empobrece porque nos coloca en un papel muy inadecuado para el acompañamiento a las personas y nos desprestigia. Para la ciudadanía en procesos de exclusión somos el brazo ejecutor (no digo que no haya excepciones, me refiero a la percepción general). La tramitación de ayudas condicionadas nos desprestigia ante la ciudadanía no atendida porque no entienden el sentido de estas prestaciones y porque creen que somos engañadas por la picaresca de quienes las solicitan.

El reconocimiento, que no se exige sino que se obtiene, llegará —en mi opinión ya lo tenemos, aunque de eso también hablaré en otra entrada—, sin embargo lo hará de la mano del prestigio que nos otorga el trabajo relacional, el acompañamiento en la toma de decisiones, la contribución a la inclusión de las personas y la emancipación de los colectivos. La relación de ayuda, en definitiva, es la mejor vía de prestigiarnos y por ende de que se nos reconozca.

¿Qué hacemos si tenemos que continuar tramitando estas odiosas prestaciones? Manejar con destreza el mandato institucional y separar nuestro rol del encargo en la medida que podamos. Crear vínculo más allá de la tramitación debe ser el objetivo. Para ello realicé este esquema que expliqué en una formación impartida acerca de la atención no presencial.

En esta formación además proporcioné el enlace al libro Trabajo social: Arte de generar vínculos, libro que las compañeras de la Universidad de Deusto han compartido en la red. Te invito a bucear en sus más de 800 páginas. Hay ponencias interesantísimas. También adjunto para terminar la entrada un relato de mi admirada Silvia Navarro, que lleva por título Sobre el tacto en el contacto: Por un saber de la caricia en trabajo social. Como sabrás, Silvia ha publicado nuevo libro, te lo cuento la próxima semana en el blog.

Espero que esta entrada te haga reflexionar y, si te apetece, me gustará conocer tu opinión en comentarios. Asimismo podrás preguntar y opinar en ¡Tachán! el directo que una compañera de Madrid y yo estamos preparando en instagram. Allí responderé a todas las dudas sobre rentas mínimas y renta básica que quedaron en el tintero en el debate del consejo y daré mi opinión relativa al IMV que está a punto de aprobarse. La compañera —que lo moderará— y yo lo publicitaremos con anterioridad en nuestras redes sociales ¡Espero verte por allí!

PD. Las compañeras del Foro de Servicios Sociales de Madrid han publicado una carta abierta a la clase política y a la profesión. Puedes leer aquí.